


Una instalación clave, la Jardín-Plataforma, transforma una estructura lineal reemplazando la irrigación constante por especies vegetales nativas adaptadas a los ritmos estacionales del Altiplano Central, encarnando una lógica de diseño sostenible

Para Matheus Seco, la palabra “equilibrio” es fundamental para comprender el significado general de la propuesta curatorial. En este sentido, hace hincapié en lo que hoy sabemos sobre los pueblos ancestrales de la Amazonía, los cuales estaban organizados en poblaciones mucho más grandes de lo que se pensaba. Los bosques de la región son en gran parte el resultado directo de la acción humana, fruto de una ocupación equilibrada y de un manejo cuidadoso de la vegetación, en contraste con el modelo que prevalece hoy en la Amazonía, que a menudo reduce el paisaje a un escenario de devastación.

El espacio expositivo fue diseñado por el equipo curatorial con elementos mínimos, utilizando la estructura del Pabellón de Brasil como soporte para reconfigurar sus espacios internos. En la primera sala, todos los elementos de la instalación descansan en el suelo. En la segunda sala, la instalación se construye a partir del equilibrio de paneles de madera, piedras utilizadas como contrapesos y cables de acero que forman un sistema que permanece suspendido y estable al estar sometido a fuerzas de acción y reacción. De este modo, los materiales de la instalación pueden ser reutilizados o reciclados de nuevas maneras después de la exposición.