Ubicada en una parcela en Pankow, un barrio al norte de Berlín que se caracteriza por viviendas de principios del siglo, se encuentra una casa de los años 90 rodeada de grandes árboles centenarios que alberga la nueva residencia de SKF Berlin e.V. (Servicio Social No Lucrativo de Mujeres Católicas).
El nuevo hogar cuenta con capacidad de albergar hasta treinta y dos residentes con discapacidades psíquicas y físicas. Distribuida en cuatro plantas, la casa se caracteriza por un tejado en voladizo cuyas vigas de madera son visibles desde el exterior, una fachada en planta baja enlucida de color verde y una superestructura de madera.
Cada residente tiene su propia habitación y baño, mientras que dos de estas unidades comparten cocina y sala de estar con balcón privado. De esta manera se permite una vida independiente o supervisada y asistida de ser necesario. Las habitaciones especiales están reguladas por la Ley Alemana de Vida Participativa. La misma incluye una sala Snoezelen (salas multisensoriales interactivas), sala común con cocina, baños asistenciales, zona de administración y diversas estancias auxiliares, distribuidas por las plantas residenciales.
La casa se extiende longitudinalmente de norte a sur, con un largo de treinta y siete metros, integrándose con su paisaje y viviendas aledañas. En el centro de la vivienda se encuentran dos ingresos: uno hacia el este para los residentes y otro hacia el oeste para las actividades diurnas.
Los senderos accesibles para sillas de ruedas, que delimitan el acceso siguiendo al zócalo verde que materializa toda la planta baja, se encuentran protegidos por el tejado. Ingresando por el vestíbulo central encontramos una amplia sala de distribución abierta, que funciona como el corazón de la casa. En la planta superior, el vestíbulo recibe luz cenital debido a las vigas entrecruzadas de la cubierta que permiten el ingreso de la misma.
Al igual que la cubierta, la estructura de la casa también está construida en madera. Los muros de carga y techos están materializados por prefabricados de madera contra laminada con aislamiento mineral, protegidos de la intemperie, y revestidos con tableros vidriados rojos. Luego, se instalaron in situ los faldones protectores que cubren las juntas, absorben la protección solar y retrasan el envejecimiento de la madera. Los mismos se materializan de cemento revestidos en chapa sirviendo como protección contra incendios.
Toda la casa está libre de barreras y es accesible en silla de ruedas. Garantizando una seguridad óptima en caso de emergencia se diseñaron zonas de espera para sillas de ruedas en los huecos de escalera, alturas libres en las ventanas, interruptores de luz y manillas de alto contraste, pasamanos en las zonas públicas, pulsadores y sistemas de llamada de emergencia en todo el edificio, entre otras medidas. Para calefaccionar los ambientes se utiliza energía geotérmica, mientras que el suministro de electricidad es a través de sistemas fotovoltaicos. En los momentos de máximo rendimiento, la casa es completamente autosuficiente desde el punto de vista energético. Para el egreso de los huéspedes al final del día, el pabellón ofrece protección contra la lluvia y el sol.