Rocks On Wheels es un parque público de juegos, situado en tierras custodiadas por el clan Wurrundjeri Woi-wurrung, que forman parte del pueblo indígena Wurundjeri de Australia.
El parque forma parte de la importante transformación de los espacios abiertos que en los últimos años llevó a cabo la ciudad de Melbourne.
El proyecto se concibe como un parque infantil inclusivo que desafía las normas convencionales de diseño, y se destaca por su valor lúdico, rigor conceptual y durabilidad de los materiales.
Se utilizaron más de trescientas toneladas de canto rodado de piedra azul victoriana en bruto, dispuestas sobre plataformas que, aunque de apariencia frágil, fueron diseñadas para soportar cargas extremas de manera invisible.
Cada elemento se integra a un entorno cívico diseñado con criterios paisajísticos.
De las rocas sobresalen pasamanos de acero retorcido, y entre los monolitos de piedra se observan pequeños juguetes infantiles de acero de estilo vintage, amarrados de manera casual.
El suelo, por su parte, se presenta como una superficie suave que imita el pavimento de piedra azul característico de la ciudad.