
Construidos a finales de los años 70, los bloques de departamentos prefabricados de diez pisos en la calle Gyöngyösi rodeaban un paseo verde arbolado con pequeños locales comerciales, un jardín de infantes y una escuela, incluyendo el antiguo Kindergarten Gyöngyszem. El edificio existente era de una sola planta, con cubierta plana y paneles prefabricados, y un pasillo central.

El Ayuntamiento decidió renovar y ampliar el edificio –en estado deteriorado– debido a problemas funcionales, interiores reducidos, falta de áreas comunes y espacios interconectados, una circulación deficiente, y la necesidad de modernizar energéticamente y garantizar la accesibilidad.


El objetivo fue crear un entorno armonioso, que integre sostenibilidad y avances digitales, dando lugar a un “kindergarten inteligente”: una institución equipada con las últimas herramientas para la educación y el desarrollo de los niños.


Se conservó el edificio existente, pero se sumó un nuevo piso. Las secciones de dos plantas cuentan con entrepisos y espacios conectores para actividades comunitarias, favoreciendo la interacción entre ambos niveles. Además de las diez aulas, las salas de desarrollo y actividades son centrales, ofreciendo espacio para movimiento, juegos creativos, cocina y el desarrollo de habilidades individuales e interpersonales como parte de la educación para un estilo de vida saludable.


Para enfatizar la entrada –reviviendo la tradición de la interconexión entre arquitectura y artes plásticas– se incorporó una obra de esmalte al fuego en la fachada. La definición de la luz natural también jugó un papel clave en la valorización del área de acceso.

La renovación del Kindergarten Gyöngyszem demuestra que un edificio prefabricado puede transformarse en un espacio sostenible, energético y ambientalmente consciente, lúdico y habitable, que permite un programa educativo y un edificio verdaderamente inteligentes.
