En 2018, la empresa de maquinaria industrial Trumpf le encargó al estudio alemán Barkow Leibinger el diseño y la construcción de una guardería al noroeste de su sede en Ditzingen. Inicialmente, el edificio de un piso fue concebido para cuidar a los hijos de los empleados de la fábrica, pero luego también admitió a niños del municipio.
La morfología del proyecto responde a la arquitectura de baja densidad de las granjas vecinas, que se caracterizan por sus techos a dos aguas.
El interior está dividido por ocho salas de juego y cuidado, espacios para los empleados, un guardarropa y una cocina. Un corredor central conecta las salas enfrentadas y se ensancha en tres puntos dentro del perímetro del edificio, creando zonas de reunión más pequeñas sobre las fachadas. Los tres espacios intermedios son de uso común y tienen una conexión directa con el espacio exterior a través de las amplias ventanas.
La estructura del edificio está realizada con elementos prefabricados de madera maciza y consiste en dos capas de 6 cm de espesor de abeto, unidas por la junta tipo cola de milano. El revestimiento exterior se compone de tablas de 2,7 cm de espesor que están aisladas con fibra de madera.
La madera proviene de bosques certificados PEFC (entidad que promueve una gestión sustentable) y en su fabricación no se utiliza pegamento. De esta manera, los componentes del edificio podrían ser reciclados en el futuro. La colaboración con una fábrica regional ubicada en el sur del Tirol, y la consecuente reducción de las distancias de entrega, tienen por objetivo disminuir la huella ecológica.
El techo verde sobresale hacia los cuatro lados del edificio, para proteger las habitaciones y terrazas tanto de la luz solar directa como de la lluvia. A su vez, se instalaron tragaluces a los lados de la cumbrera para brinda iluminación natural y ventilación a los interiores.
