La Nave nació a partir de la reforma y transformación de un edificio industrial en un centro cultural. El espacio promueve actividades de creación y difusión artística, salas para conciertos, actividades de ocio y espacios para la formación de los jóvenes.
El proyecto está situado en un polígono industrial de Barberà del Vallès, un municipio español de la provincia de Barcelona.
La propuesta aprovecha la infraestructura del edificio existente como espacio cubierto, amplio y flexible. De esta manera, distribuye los programas en dos niveles, que a su vez se dividen en dos partes: una abierta y de doble altura y otra más compartimentada.
El exterior conserva su apariencia original y cuenta con un acceso con una pequeña puerta vidriada que revela la intervención del interior.
Luego de ingresar se accede al anfiteatro, que representa el corazón del proyecto. Allí se pueden llevar a cabo distintas actividades, como espectáculos, reuniones y eventos sociales. El desnivel entre el acceso y la planta baja crea un gran vestíbulo que rodea el espacio.
Se integraron una serie de paneles de madera a la estructura metálica original, que opera como fachada interna que divide el anfiteatro del resto de las salas. A su vez, cuenta con ventanas moduladas y alineadas a diferentes alturas, que ofrecen conexión visual entre ambos espacios e iluminación.
Las grandes dimensiones de la estructura metálica original permiten albergar múltiples actividades. La cubierta metálica cuenta con una serie de aberturas que proveen luz cenital a todo el proyecto.
El corredor del anfiteatro conduce al otro sector del proyecto: un pasillo más pequeño, que articula distintos espacios destinados a actividades que requieren mayor aislamiento térmico y acústico: talleres, aulas y espacios de ensayo.