Los arquitectos austríacos feld72 fueron comisionados para diseñar un jardín de infantes situado en el pequeño pueblo de Valdaora di Sotto, al norte de Italia.
Las características desafiantes del sitio –la proximidad de una iglesia y la curva de una ruta que corre paralela al lugar– supusieron un desafío para la oficina, que anteriormente había realizado dos proyectos de jardines de infantes.
Los arquitectos lograron revertir los elementos desfavorables de la ubicación al crear un patio de juegos, separado de la calle por un muro macizo, que logra aislar al edificio y dotarlo de seguridad y autonomía. Según los autores, el diseño del proyecto está inspirado en “un gesto de integración entre tradición y modernidad”.
Y si bien el jardín despliega tipologías contemporáneas, el proyecto global logra complementarse con la antigua iglesia y una escuela primaria adyacente, sin eclipsar la arquitectura local.
Los muros, un elemento recurrente del entorno construido, dividen los espacios públicos de los privados. Bajo esta premisa, el jardín juega con las distintas intensidades de esos límites y los incorpora al muro circundante. La decisión de demarcar la propiedad le confiere al proyecto mayor complejidad: la valla da refugio, circunscribe y ofrece diferentes perspectivas y vistas.
Gracias a un uso minucioso de maderas locales, que otorgan identidad y sentido de pertenencia al espacio, los interiores ofrecen un ambiente cálido y agradable para llevar a cabo distintas actividades educativas. Las salas grupales, destinadas a los niños, sirven como punto de partida de sus exploraciones diarias, y están diseñadas para ser discretas y tranquilas.
Los amplios descansos de las ventanas o los muebles divisorios actúan como pequeñas zonas de refugio, mientras que la sala de reunión y los salones polivalentes pueden utilizarse de manera individual o combinados. En ambos casos, el concepto espacial del proyecto favorece una serie de variaciones pedagógicas atractivas. El nuevo espacio en Valdaora di Sotto, que supone un beneficio tanto para los niños como para la comunidad, establece un lazo sutil entre lo familiar y lo excepcional.
El jardín de infantes Niederolang recibió este año la Medalla de Oro para la sección Arquitectura Italiana en el marco de la sexta edición de la Triennal di Milano.
La Medalla de Oro de la Arquitectura Italiana ofrece una reflexión activa sobre el papel de los arquitectos y sus obras, con el objetivo de introducir al público italiano y extranjero en un nuevo patrimonio de edificios e ideas. También ofrece una visión general periódica del estado de la producción arquitectónica en Italia, ilustrando sus problemas, tendencias y últimos exponentes.
El Kindergarten Niederolang fue publicado en detalle en PLOT 44 junto con una selección de jardines infantiles: Centro de Desarrollo Infantil Comuna 8 (Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte GCBA); De Tol (Dierendonckblancke architecten) y Jardín Infantil y Sala Cuna San Miguel Arcángel (Francisco León + Alicia Ross Arquitectos).
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