Ubicada en el barrio de Parque Peruche, la escuela Hei Sei se encuentra en un entorno tranquilo, en una calle poco transitada y llena de casas. La nueva construcción ocupa el espacio donde antes se encontraban dos casas típicas de la región. El paisaje local, caracterizado por la presencia constante de esta tipología -casas construidas en lotes estrechos y profundos-, fue determinante para la definición de la implantación adoptada para el proyecto.
La volumetría propuesta, compuesta por planta baja y primer piso, se integra de manera discreta en el paisaje local, mientras que la creación de un espacio central, generosamente abierto, iluminado y ventilado, proporciona calidad ambiental a las áreas más oscuras del lote.
La creación de este espacio central establece, a la vez, el eje estructurador de la escuela y el lugar principal del día a día. Como una calle cubierta, organiza los flujos internos, proporcionando acceso a las escaleras y a los demás espacios.
Las aulas de la guardería y los primeros años de la educación infantil se abren directamente al suelo de esta calle interna, donde una cubierta translúcida y ventilada garantiza un ambiente cómodo y protegido.
En el piso superior, además del salón de múltiples actividades y del espacio de los profesores, se alinean las aulas de los últimos años. El acceso a las aulas se realiza a través de una galería lineal que recorre toda la extensión de la calle interna, funcionando simultáneamente como un espacio para la exposición de trabajos y como un mostrador que presencia la doble altura de este lugar.
Una pendiente de tres metros, resultado de la topografía local, nos brindó la oportunidad de crear un piso inferior, donde se ubican las actividades colectivas más dinámicas. Allí se encuentran el comedor y el patio cubierto, accesibles a través de una escalera y un tobogán, y abiertos hacia la zona ajardinada que da vida al fondo del lote.
El uso de una paleta diversificada para los materiales de construcción y acabados contribuye a una experiencia múltiple y variada. Así, el entorno escolar proporcionado por el proyecto está compuesto por un conjunto de espacios y flujos diversificados, diseñados de manera que animen a los niños a desafiarse y explorar los espacios, dentro de una estructura que les garantice seguridad.