“La Capilla Ingá-mirim se encuentra en la periferia de Itupeva, a 80 kilómetros de San Pablo, en una hacienda del siglo XIX. Se nos encargó transformar una antigua residencia en un espacio que respondiera a diferentes celebraciones religiosas locales.
Abordamos la idea de “reforma” como una oportunidad de reinterpretar la construcción existente, transformándola y haciendo posibles nuevas relaciones entre el proyecto y el lugar. Para ello decidimos desarmar la antigua propiedad, recuperar sus materiales y dotarlos de una nueva condición.
Durante el proceso de construcción recibimos la ayuda de los hermanos Carlos y Charles, que trabajan en la hacienda. Valiéndonos de las técnicas de construcción locales, experimentamos distintas formas de reutilizar los materiales de la antigua construcción.
Así, el proyecto se articula a partir de tres muros construidos sobre el basamento existente utilizando piedras del camino que conducía a la hacienda. Entre ellos, se configuran una serie de espacios construidos con los ladrillos retirados de la residencia preexistente. De este modo, el proyecto se consolida como un camino que nos conduce por espacios de diferentes dimensiones y cualidades que permiten realizar diversas actividades en su interior.”
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