
AHORA es un restaurante con una propuesta gastronómica de comfort food. Tras la pandemia, el concepto de “ahora” adquiere un nuevo significado. El proyecto busca redefinir lo convencional, explorando la transformación de materiales mediante la experimentación o a través de usos inesperados. La preexistencia se toma como punto de partida del diseño, entendiendo que conservar y transformar contribuye a reducir el impacto ambiental. La intervención se desarrolla en torno a varios ejes: la sustentabilidad, la vida híbrida, el estímulo sensorial, el vínculo con el exterior y el bienestar integral.

Lo sustentable / lo sostenible
Se utilizó plástico reciclado proveniente de miles de tapitas de botellas, desarrollado por Proyecto Mutan. Para AHORA se diseñaron bancos móviles especiales tomando como base moldes ya existentes, interviniéndolos al redefinir su estructura interior y respaldo. La propuesta se centró en no generar nuevos moldes, sino en aportar valor a la preexistencia mediante la intervención, transformándola en algo nuevo. El mismo material, en forma de placa, se aplicó como revestimiento en el asiento longitudinal.


Se experimentó además con una nueva textura en las tapas de las mesas, producida por las manchas que surgen de la combinación de distintos colores de tapitas recicladas. La barra que mira al exterior se resolvió con paneles fenólicos, una opción sostenible por su menor huella de carbono y su posibilidad de reciclaje al final de su vida útil. Estos paneles fueron teñidos con anilinas naturales, al igual que las piezas artesanales locales. Con el mismo material se construyeron las estanterías que respetan los módulos de los ladrillos de hormigón existentes, y también se recurrió a un proveedor que trabaja con fenólico para la fabricación de mesas y sillas.

El estímulo sensorial
Uno de los requisitos establecidos fue mantener cerrada la cocina. Para responder a esta condición, se diseñó una estructura que alberga tanto la cocina como los servicios necesarios. La finalización de esta construcción genera un juego de luces naturales y reflejos que interactúan con las texturas del entorno. En lugar de vidrio convencional, se optó por utilizar policarbonato dispuesto en distintos ángulos, lo que produce una textura particular que se combina con los reflejos de la luz. Los reflejos materializan el color: el objeto refleja los colores que se perciben. En un experimento simple, la luz natural incide sobre la tapa de una mesa de plástico reciclado, y la onda de color rojo rebota en ella, proyectando su reflejo sobre la superficie metálica.


La vida híbrida
La vida híbrida, marcada por la presencia arraigada de la virtualidad, redefine la manera de concebir los espacios. Los usuarios disponen hoy de herramientas más potentes para exigir entornos cuidadosamente diseñados. En esta era de conexiones digitales, el restaurante deja de ser únicamente un marco físico para convertirse en un escenario dinámico que funciona como plataforma de interacción en la vida cotidiana virtual.

El contacto exterior y el bienestar integral
Se priorizan espacios que acompañen la propuesta gastronómica, favoreciendo el vínculo con el exterior a través de la naturaleza, así como la búsqueda de comodidad y de una experiencia cercana y familiar.
