
Como parte de la renovación urbana de Cleunay, Rennes, el proyecto se ubica en un terreno restringido junto a la Rue Jules Vallès. El sitio, de forma triangular, se extiende de este a oeste con un desnivel de un metro con veinte centímetros, que se integra en el diseño general del proyecto.

El edificio se compone de seis niveles de oficinas y un nivel subterráneo de estacionamiento. La planta baja cuenta con una fachada acristalada de doble altura que establece un vínculo directo y continuo entre el interior y el exterior. Los pisos superiores se caracterizan por su estructura en voladizo con terrazas abiertas, que ofrecen a los ocupantes la libertad de salir al exterior para relajarse y disfrutar de las vistas.


En su interior, las oficinas están diseñadas para ofrecer bienestar en el lugar de trabajo. La luz natural inunda los espacios, definidos por el ritmo de la fachada. Espacios exteriores informales, similares a corredores, proporcionan áreas de descanso para los empleados y, al mismo tiempo, funcionan como un sistema de control solar.


Un diseño radicalmente sobrio refuerza el impacto del edificio, incorporando un enfoque estructural basado en un esqueleto de losa y columnas. Un sistema de paneles prefabricados de hormigón pulido blanco como revestimiento, cuyo trazado sigue la disposición interna del edificio, revela el marco estructural. Por su parte, la escalera exterior funciona como una extensión de las fachadas y los corredores, actuando como un elemento unificador en todos los niveles.


