Solstice supone la puesta en marcha de una arquitectura post antropocéntrica, a través del diseño de múltiples ensamblajes materiales, que hacen del proyecto un laboratorio abierto de exploración de nuevas narrativas, tanto técnicas como estéticas.
Dieciséis capiteles, trabajados con la técnica del origami, definen la transición entre el interior y el exterior, mientras que una cortina exterior realizada con hilos de nylon tejidos protege el interior de las corrientes de viento.
El pabellón constituye una oportunidad para trabajar con formas y materiales poco frecuentes en la arquitectura. Flores, ramas y piedras recogidas in situ configuran el espacio y comparten protagonismo con otros materiales como la madera, las cuerdas, los elementos de plástico o la espuma.—
TAKK