Sede Almagro del Automóvil Club Argentino

Dos naves articulan distintos usos en un proyecto de Baudizzone Lestard.

Fotografía Alejandro Leveratto

El proyecto propone un edificio destinado a una institución con tradición de grandes proyectos y a sus socios, los automovilistas. En este sentido, no es casual que su sede y muchas de sus sucursales fueran obras clave del período heroico de la arquitectura racionalista argentina. Interpretar esta historia edilicia para una obra sin los tradicionales servicios mecánicos fue un ejercicio diferente. En la actualidad, los talleres de la sede Almagro fueron reemplazados por un data room de servicios electrónicos de alcance nacional.

Baudizzone Lestard, arquitectos y asociados

Fotografía Alejandro Leveratto

El proyecto está situado en un terreno de gran extensión en un barrio de alta densidad. El programa se desarrolla en planta baja, garantizando no solo flexibilidad sino también vistas del barrio, enriqueciendo el paisaje urbano y aportando una actividad compatible con el uso residencial, que se desarrolla entre jardines visibles desde la vereda.

Planta baja
Planta de techos

El edificio se desarrolla en dos naves que articulan distintos usos. La primera cuenta con acceso al público y establece un vínculo directo con la playa de estacionamiento; mientras que la otra es utilizada para trabajo interno.

Fotografía Alejandro Leveratto

Cada nave cuenta asimismo con instalaciones propias. A su vez un fuerte desnivel entre las dos calles permite diferenciar accesos según los diferentes usuarios, peatones y automóviles.

Fotografía Alejandro Leveratto

La estructura metálica alberga instalaciones complejas que requieren pisos elevados y cielorrasos de gran altura para garantizar un sistema flexible de control electrónico de todos los mecanismos.

Vista
Corte

Las columnas, ubicadas en el perímetro, prácticamente como parte de la carpintería, generan un prisma de luz que enriquece el paisaje del barrio y mejora el entorno de trabajo.

Los paneles vidriados de piso a techo garantizan luz natural a lo largo del día. Por otra parte, el desnivel del terreno garantiza privacidad frente a las miradas de la calle.

Fotografía Alejandro Leveratto

Las fachadas serigrafiadas contribuyen a la identidad del edificio, e incluso definen su logo. De noche, la iluminación interior alumbra al barrio y consolida la presencia institucional.

Fotografía Alejandro Leveratto

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Arquitecto Baudizzone Lestard, arquitectos y asociados

Superficie  1.500 m² (construida)

Ubicación  Almagro, Buenos Aires, Argentina

Año  2019

Construcción  Inapcon

Asesores  Mesa y Sacem (estructuras), Estudio GIarini (instalaciones sanitarias), Estudio Grinner (instalaciones eléctricas y de baja tensión), Estudio Grimberg-Feliz (instalaciones termomecánicas), Estudio Gigli (carpinterías), Matías Ghio (señalética)

 

Fotografía  Alejandro Leveratto

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