El barrio de Can Peguera es reconocido por sus “casas baratas” las cuales se edificaron en distintos barrios de Barcelona coincidiendo con la Exposición Universal de 1929 para reubicar a las personas que vivían en chabolas en los terrenos de la montaña de Montjuïc donde se desarrolló la Exposición.
Can Peguera cuenta con más de 600 viviendas, la mayoría casas de una sola planta, con pequeños jardines delanteros y cubiertas inclinadas de teja árabe organizadas en la pendiente norte del Turó de la Peira, salvando un desnivel de hasta veinte metros.
El proyecto propone, sobre la parte superior del barrio que se encuentra en contacto con el Parque del Turó de la Peira, establecer un nuevo paseo longitudinal en un espacio conocido como la “franja de equipamientos” generando un mirador con vistas al barrio y a la ciudad, especialmente hacia el Parque de Nou Barris y la montaña de Collserola, brindando un nuevo acceso a los distintos equipamientos ubicados en esa cota.
Este nuevo paseo, además de coser longitudinalmente el barrio, se extiende transversalmente para mejorar las comunicaciones entre los distintos niveles del barrio, así como con el Parque del Turó de la Peira. Para salvar este gran desnivel entre las distintas plataformas que organizan Can Peguera, la propuesta plantea una serie de nuevos accesos a través de rampas, escaleras y ascensores que, además de resolver las conexiones, aportan un carácter identitario al espacio público del barrio.
A partir de estas premisas, la propuesta se organiza alrededor de cuatro principios:
Establecer una estrategia de conjunto que actúe de manera puntual, mejorando la accesibilidad y la conectividad tanto longitudinal como transversal. La propuesta plantea una estrategia abierta de actuación, que pueda ser dividida en el tiempo según las prioridades del barrio y los recursos económicos sin perder una visión global de toda el área.
Organizar dos niveles de intervención de distinto alcance: por un lado, en la franja de equipamientos, se establece una urbanización unitaria que resuelve los problemas de conexión y accesibilidad, por otro lado, en la plataforma intermedia anterior a ésta, se incorporan pequeñas actuaciones dentro de los espacios públicos del barrio.
Preservar al máximo los edificios existentes, haciendo ligeras intervenciones en la edificación en dos puntos: reubicar el equipamiento de “Can Ensenya”, dejando la estructura de la actual edificación como soporte para distintas actividades, y abrir un espacio público y de conexión en la calle Vila-seca, eje central del barrio, que abra el balcón de equipamientos a la cota más baja de Can Peguera.
Por último, se buscó aumentar el espacio verde en el barrio aplicando criterios de minimización de los recursos hídricos y estableciendo zonas generosas de suelo drenante.