Museo Cais do Sertão

brasil arquitetura recibió la invitación del Ministerio de Cultura para la elaboración de un museo en honor al músico Luiz Gonzaga.

Fotografía Nelson Kon

En 2009, el gobierno federal de Brasil decidió construir un museo en honor a Luiz Gonzaga. El espacio debería contar su historia de vida, haciendo hincapié en la vasta obra del músico, uno de los pilares de la cultura brasileña. El llamado “maestro Lua” vive en el espíritu y la imaginación de todos los brasileños.

Fotografía Nelson Kon

Por indicación del antropólogo Antonio Risério, autor del texto curatorial del museo, la oficina brasil arquitetura recibió la invitación del Ministerio de Cultura para hacerse cargo de la elaboración del proyecto. Así, se formó un equipo multidisciplinar con el fin de pensar desde el comienzo la arquitectura y el conjunto de los contenidos. El Gobierno del Estado de Pernambuco asignó uno de los almacenes del antiguo Puerto de Recife y una gran área contigua para la construcción del museo. Una zona junto al mar, en la isla histórica donde nació la ciudad de Recife, junto a Marco Zero.

Fotografía Nelson Kon

Una vez comenzado el trabajo y, mientras la oficina se sumergía en la obra de Gonzaga, se hizo evidente lo obvio: nadie mejor que Gonzaga cantaba (y contaba) el sertão. Casi no hay aspecto de la vida en el sertanejo que haya quedado fuera de sus casi 700 canciones, verdaderas joyas de la música brasileña. Se decidió entonces que, al cantar a Luiz Gonzaga, el museo debería contar el sertão y, viceversa, contar al brillante inventor que le canta al sertão. No se trata solo de un museo en honor del artista, sino que lleva el sertão al borde del mar, abriendo sus ojos al universo fantástico, al mismo tiempo rico y pobre, trágico y festivo, violento y poético de gran parte de la población que habita este vasto territorio llamado Sertão. Así nació el Cais do Sertão Luiz Gonzaga.

Planta baja
1° piso
2° piso
3° piso
Planta de techos

En línea con la propuesta urbanística del Estado y de la Municipalidad de conservar las antiguas bodegas del puerto y dotarlas de nuevas funciones, el proyecto se inició utilizando una de ellas (2500 m2) y creando un nuevo edificio (5000 m2) conectado al cobertizo, reforzando así la estructura alargada de las construcciones del puerto, de manera de albergar todo el programa del museo.

Al antiguo cobertizo, inaugurado en 2014, se le asignaron las funciones propias del museo, con una exposición de largo aliento en honor de Gonzaga y el campo. El nuevo edificio, inaugurado en 2018, alberga un auditorio con 300 localidades, salas para exposiciones temporales, cursos, una reserva técnica, una biblioteca y un restaurante sertanejo en el jardín de la azotea, desde donde se puede contemplar el Viejo Recife y el mar y su arrecife por un lado.

Fotografía Nelson Kon

El nuevo edificio se realizó en hormigón pigmentado de color amarillo ocre, en referencia a la tierra caliente del campo. Con una estructura de hormigón pretensado, se diseñó una gran luz de alrededor de 65 metros, justo delante de la Torre Malakoff, para crear una gran plaza cubierta, protegida del sol y de la abundante lluvia de la ciudad. La plaza cubierta, una suerte de “balcón urbano”, ofrece una infinidad de usos para protegerse del sol y de la lluvia.

Sin embargo, el elemento más importante de la arquitectura es el gran cobogó creado especialmente para el proyecto. Nada más apropiado que el uso del cobogó en las construcciones de Recife, la ciudad donde se originó, dadas sus características que suavizan la relación de los espacios interiores/exteriores: filtro de luz para el interior y una fachada “dulce y suave” para el exterior. El cobogó consta de de 2100 piezas de 1m x 1m, de 120 kilos cada una, y su diseño alude a las astas de la caatinga o a las grietas del suelo seco, además de otras interpretaciones posibles. En conjunto, tiene el aspecto de un encaje blanco posado sobre el hormigón amarillo.

En resumen, el muelle de Luiz Gonzaga representa el encuentro de la técnica con la poética, de la alta tecnología con la baja tecnología, del contenido riguroso y rico con la posibilidad de libre interpretación y disfrute; es decir, un lugar para el disfrute estético, donde la emoción, la sorpresa y el descubrimiento van de la mano. Sertão por el mar.

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Arquitecto brasil arquitetura

Arquitectos a cargo  Francisco Fanucci, Marcelo Ferraz

Equipo  Pedro Del Guerra, Cícero Ferraz Cruz, Luciana Dornellas

Superficie  5000.0 m2

Ubicación  Armazen 10, Av. Alfredo Lisboa – Recife, Brasil

Año  2018

Construcción  Consórcio Gusmão/Concrepoxi

Asesores  André Paoliello (paisajismo), Fabio T. Oyamada (estructural), MBM Engenharia (eléctrico), MBM Engenharia (hidráulico), TR THÉRMICA – soluções em sistemas aerohidrotérmicos (air acondicionado), Lux Projetos/Ricardo Heder (liminotecnica), Harmonia Acústica – Akkerman, Holtz (acustica

 

Fotografía  Nelson Kon

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