Para los artistas belgas, las intersecciones entre el trabajo y el habitar doméstico son tan constantes como difusas.
Su casa-estudio en Bélgica es un manifiesto del vínculo que atraviesa su obra y su proceso creativo, que forma parte de lo cotidiano: los objetos dispuestos en la vivienda sirven de inspiración constante para su propio trabajo, que ocurre en su taller, a unos pocos metros de la casa.
Desde 2011, Fien y Hannes se encuentran en la búsqueda constante de diseñar objetos y muebles innovadores, guiados por una rigurosa investigación basada en el arte, la arquitectura, la técnica y los materiales.
El estudio trabaja con una variedad de materiales cuidadosamente seleccionados, con cualidades únicas: polietileno, cuero, bronce, acero, esmalte y mármol componen su colorido universo material.
Todas sus piezas se fabrican manualmente por pequeños productores y artesanos expertos, lo que deja entrever la crudeza y la irregularidad que las componen. En ese sentido, las técnicas que utilizan para elaborar sus objetos, la forma en que envejecen con el tiempo y la experiencia táctil que proporcionan son decisiones deliberadas.
A simple vista, sus objetos parecen haber sido creados de forma veloz o, como refieren ellos, dibujados con crayones en el espacio. Esta dimensión se vincula con su dinámica de trabajo y su forma de entender el mundo, lo que no supone que su obra carezca de lógica, sino lo contrario: cada detalle fue estratégicamente calculado.
Así, la selección de proyectos que presenta PLOT 70 pretende seguir ampliando el mapeo de prácticas arquitectónicas que se extienden más allá de lo edilicio, y que proponen lecturas alternativas sobre los modos de habitar contemporáneos.