Las Pajareras

Un proyecto de Javier Mera Luna e Ignacio Muñoz Bustamante en Papallacta, Napo, Ecuador.

Fotografía JAG Estudio

El proyecto de Las Pajareras surge de la necesidad de ampliar la capacidad habitacional de una hostería pensada principalmente para el turismo de aves, la fotografía y la conservación. La propuesta debía integrarse al entorno, respetar su escala y dialogar con el paisaje. Tras un proceso de intercambio junto a la familia que resguarda este sitio hace más de cincuenta años, el encargo tomó forma: tres módulos de habitaciones y un área común exterior.

Fotografía JAG Estudio

A dos mil setecientos metros sobre el nivel del mar, en la zona baja de Papallacta, la hostería Guango Lodge ocupa un territorio marcado por la confluencia de montañas y la cordillera de Chalpi que descienden del páramo andino. Al confluir con el río Papallacta, el relieve dibuja una trama de pliegues que evocan la trenza indígena ecuatoriana, origen del nombre “guango”. 

Fotografía JAG Estudio
Fotografía JAG Estudio

En la década de 1960, Álvaro, un ingeniero e inventor aficionado, desarrolló el primer prototipo de vivienda en el sitio. Construyó muros portantes de piedra laja, apilados con mortero, y diseñó una bóveda de caña de bambú curvada, cubierta con duela de madera y una fina losa de hormigón. Aunque ya no sigue en pie, esta edificación, rudimentaria pero sensible, sentó las bases e inspiración para una nueva construcción que Simón, su hermano menor –ingeniero civil y explorador amazónico– desarrolló en 1996. Esta casa de dos niveles consta de gruesos muros portantes y longitudinales de piedra bola, que sostienen una bóveda de hormigón armado y duela de madera. Concebida originalmente como una casa de vacaciones, desde 2001 alberga la hostería Guango Lodge, hoy bajo la administración de la hija de Simón. En planta baja, el comedor, la cocina y el porche estructuran el área común. En la planta alta, las habitaciones quedan contenidas bajo la bóveda, que con sus pequeñas ventanas en arco abren la vista al frondoso bosque que rodea el lugar.

Axonométrica despiezada

El proyecto toma estas preexistencias como punto de partida, no solo en términos formales, sino como parte de una continuidad más profunda. Al reinterpretar su sistema constructivo desde una mirada contemporánea, honra la memoria de quienes lo imaginaron y desarrollaron.
El programa se organiza en tres módulos, cada uno con una habitación de uso flexible, baño privado y un porche orientado hacia el río Papallacta, incorporando un área común exterior con una pequeña piscina caliente al aire libre y un baño con vestidor.

Fotografía JAG Estudio

La implantación del proyecto presentó un desafío complejo y delicado. Entre la casa actual y el río solo quedaba una franja de suelo firme al borde de la quebrada, el único terreno disponible para construir. A esto se sumaba otra limitación: una tubería de oleoducto cruzaba el predio, lo que impuso un retiro obligatorio de quince metros, acotando aún más el espacio que desplazaba la intervención hacia el bosque y el río. Los tres módulos emergen sobre este borde con un carácter firme pero sutil. Un quiebre y un desplazamiento en su disposición enfatizan el ritmo y la repetición de los volúmenes, reforzando la relación con el paisaje. Esta estrategia no solo potencia las vistas, sino que también garantiza privacidad en cada porche exterior.

Planta

Sobre una cimentación de hormigón ciclópeo, las cadenas estructuran y amarran el esqueleto metálico que sostiene la losa elevada. Sobre esta base, los muros portantes de piedra basílica, de sesenta centímetros de grosor, se asientan con una función estructural, termoacústica y funcional. Cada muro no solo soporta cargas, sino que también integra el mobiliario de las habitaciones. En su interior, resguarda una cama plegable y un área de guardado, optimizando el espacio sin alterar la estructura. En la parte superior, una cadena de hormigón armado en forma de U se proyecta en voladizo sobre el río. Además de canalizar el agua de lluvia de vuelta al bosque, facilita la recolección de hojas y la limpieza del sistema. La cadena en U ancla las cerchas curvas prefabricadas en madera, que ensamblan la bóveda. Compuesta como un panel sándwich, combina una estructura de pino laminado, arcos de madera contrachapada, aislamiento BIOM –material de desecho agrícola que reduce la huella de carbono– y una terminación exterior en metal galvanizado negro. Para minimizar el impacto ambiental, el proyecto integra una planta de tratamiento de aguas residuales, certificada para devolver agua limpia a fuentes hídricas, y abastece toda la hostería con agua de una vertiente natural.

Fotografía JAG Estudio

¡Hacé click acá para saber más sobre nuestro último número y acá para suscribirte con un 20 % de descuento y envío gratis!

Open chat