La muestra Homo Ludens propone el desafío de transformar el juego en un concepto que no solo organice la curaduría de las obras, sino que también guíe el montaje y proyecto museográfico de la exhibición.
Los arquitectos Javier Bracamonte y Gonzalo Yerba diseñaron una vivienda en torno a dos patios internos, optimizando el espacio de un lote estrecho entre medianeras.