Seis plazas superpuestas de sesenta y dos metros de ancho, envueltas en una malla metálica ligera y elegante, forman el imponente estacionamiento de la Porte de Vertou, la entrada sureste de la ciudad de Nantes.
El diseño refleja la estructura pura del edificio, despojado de todo artificio y decoración para liberar espacio, luz y vistas, adoptando una estética propia de su finalidad.
Un espacio hueco circular en el núcleo del edificio se eleva a lo largo de las seis plantas. Dos rampas en espiral de estilo “Chambord” serpentean desde la planta baja hasta la parte superior, creando un medio eficaz y elegante de gestionar los distintos tipos de flujos.
Estas rampas se diseñaron para maximizar la eficiencia del aparcamiento, facilitar el acceso a las plazas y optimizar el flujo del tráfico y minimizar la congestión. También resaltan la belleza intrínseca de la estructura de hormigón en marcado contraste con la malla metálica exterior.
Las fachadas ofrecen perspectivas siempre cambiantes, ya que interactúan con el entorno y con el cambio del tiempo a lo largo de las horas, los días y las estaciones creando un juego dinámico de luces y sombras.