Los arquitectos Gustavo Robinsohn y Diego Cherbenco finalizaron su obra más reciente: un edificio de viviendas situado en el barrio porteño de Coghlan, Argentina. El proyecto se desarrolla en altura sobre un lote profundo de mitad de cuadra y 8,66 metros de ancho, a partir de dos bloques conectados mediante un patio rectangular, que permite la ventilación cruzada y la iluminación de todas las unidades.
Se accede mediante un portón que se conecta con el espacio de cochera y con un pasillo que conduce hacia el patio central y al bloque del fondo del terreno. A su vez, sobre el patio, se encuentran la escalera y el ascensor que conectan los seis pisos de ambos bloques.
El primer piso articula un sector de uso común que, además, brinda acceso a cuatro viviendas. Sobre este nivel comienza a desarrollarse un sistema de pasarelas de hormigón, vinculados por la escalera, que atraviesa en altura a ambos bloques.
La estructura de frente y contrafrente se resolvió con vigas invertidas que operan como antepechos, y que sostienen carpinterías de aluminio y muros revestidos de perfiles extruidos blancos. El hormigón texturado fue encofrado con tablas verticales de madera en el frente y en el pulmón de la manzana; y en el interior, con placas fenólicas.
Todas las unidades en altura cuentan con pequeños balcones. Además, sobre planta baja, se sitúan dos unidades en dúplex con acceso a un pequeño jardín. Las cuatro unidades del cuarto piso poseen -además- terrazas propias.
Las viviendas del 2° y 3° piso concentran los accesos a las unidades, las cocinas, los baños y los balcones en la franja central de cada bloque para despejar y maximizar el espacio de las áreas de estar y los dormitorios.
Los distintos tipos de ventanas, que definen los ritmos de las fachadas, se dispusieron estratégicamente para enmarcar las vistas del barrio en las unidades en altura; y de los patios, en las viviendas de planta baja.