Sobre un terreno de treinta y cinco hectáreas al sur de la Ciudad de Buenos Aires se localiza el Parque Olímpico, un conjunto de edificios e infraestructuras deportivas que alojó durante octubre de 2018 los Juegos Olímpicos de la Juventud y que será la nueva sede del CeNARD. Anteriormente denominado Parque Roca, el nuevo predio deportivo –que junto con la Villa Olímpica y la Villa 20 buscan revitalizar un área que arrastra décadas de proyectos fallidos– respeta el trazado original del arquitecto Estanislao Kocourek y lo complementa con seis pabellones de alto rendimiento caracterizados por una arquitectura austera y rigor estructural.
La elección de la Ciudad de Buenos Aires como sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 implicó la construcción de un conjunto de edificios infraestructurales y de vivienda que permitieran el desarrollo de todas las disciplinas participantes durante el evento y que, al mismo tiempo, albergaran a las delegaciones deportivas de cada país.
El Parque Olímpico, que aloja los espacios deportivos, está ubicado en la Comuna 8, al suroeste de la ciudad, donde también se encuentran la Villa Olímpica y el estadio multipropósito Mary Terán de Weiss.
El proyecto opera sobre la preexistencia del Parque Roca, conservando su vegetación, circulaciones y redes de servicios. El Parque se extiende a lo largo de 35 hectáreas, dentro de las cuales se distribuyen seis pabellones deportivos de alto rendimiento que alojaron gran parte de las disciplinas que integran los Juegos Olímpicos.
Los seis pabellones se ajustan a dos escalas particulares, según sus actividades: dos edificios de grandes dimensiones (Pabellones B y C) destinados a gimnasia artística y rítmica –único en todo el país– y natación y salto olímpico respectivamente, junto a cuatro pabellones multiuso de menor escala (A1, A2, A3, A4) para diversas actividades. A su vez, las áreas de esparcimiento al aire libre se articulan a través de una galería peatonal semicubierta que también vincula los accesos a todos los edificios y las áreas deportivas exteriores, compuestas por dos pistas de atletismo (homologadas Clase A por el Comité Olímpico), dos canchas de hockey de agua de competencia, seis canchas de tenis y beach volley, dos de beach handball y un patinódromo.
Todos los pabellones fueron realizados con una estructura metálica de perfiles de alma llena laminados en frío, con pórticos paralelos de 45 o 65 metros de luz libre según la dimensión del edificio. A excepción del pabellón de piletas, las estructuras están revestidas con termo paneles de 80 y 100 mm en paramentos y cubiertas, con terminaciones de color aluminio liso en planta baja, y texturado en niveles superiores, generando reflejos de la naturaleza circundante. El pabellón C cuenta con un cerramiento de policarbonato alveolar traslúcido y vidrio en las carpinterías.
Los pabellones B y C se ubican en los extremos del parque, y están compuestos por volúmenes de 65 metros de ancho, 110 metros de largo y 14 metros de altura, con pórticos de estructura metálica cada nueve metros. La planta baja de ambos edificios se ubica tres metros por debajo de la cota cero del proyecto general, posibilitando el acceso a las áreas públicas y gradas fijas en el primer piso y produciendo a su vez la continuidad del paisaje a través de sus fachadas. El interior del pabellón C aloja una pileta de salto de 25 por 25 metros con sus trampolines, y una pileta olímpica de 25 metros de ancho por 50 de largo, ambas construidas bajo las reglamentaciones deportivas internacionales. Tanto el pabellón B como el C poseen vestuarios, gimnasios, depósitos, salas de periodistas, servicios en planta baja, y en un nivel inferior el área técnica destinada a las salas de máquinas.
Los cuatro pabellones restantes, de 45 metros de ancho por 70 metros de largo, comprenden espacios de usos múltiples: tres canchas de básquet o una de handball, dos de badmington o volley, etc. Cada uno de los edificios cuenta con vestuarios para cuatro equipos, servicios generales y depósitos, y permiten además la incorporación de gradas temporales.
La versatilidad de los pabellones hace posible el desarrollo de múltiples disciplinas, incluyendo la posibilidad de intercambiar usos y formatos durante un mismo evento. Con la finalización de los Juegos, el Parque Olímpico pasará por un proceso de acondicionamiento para transformarse en la nueva sede del CeNARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) sumándose a las transformaciones urbanas de esta zona de la ciudad, y servirá como complemento del Estadio Mary Terán de Weiss, la Villa Olímpica, el Puente Olímpico Ribera Sur y el Nuevo Barrio Papa Francisco.