El proyecto aborda la renovación y ampliación de una vivienda unifamiliar, transformándola en una casa para dos familias. Esta intervención propone una solución viable para la densificación de los asentamientos existentes, respondiendo al deseo del cliente de crear una propiedad sostenible para las generaciones futuras. Además de incorporar criterios ecológicos en su diseño, la redensificación fue una elección natural, permitiendo maximizar el uso del espacio sin perder el enfoque en la sostenibilidad.
Ubicada en una zona residencial de baja densidad, donde predominan viviendas unifamiliares, la casa se adapta a las limitaciones del entorno, donde no siempre es posible construir edificios de varias plantas. El proyecto logra un equilibrio entre aumentar la densidad y mantener un jardín que rodea la vivienda, fusionando funcionalidad y entorno natural.
El proyecto incluyó la mejora térmica del edificio original, la incorporación de una escalera abierta y la ampliación del ático, optimizando el espacio para adaptarlo a las nuevas necesidades familiares.
La rehabilitación de la envolvente y la ampliación de la planta superior transformaron la fachada, reinterpretando su diseño original de yeso y pequeñas aberturas según el deseo del cliente de incorporar madera. Además, se implementó un sistema de calefacción geotérmica, reemplazando la antigua caldera de gasóleo.
Las nuevas áreas exteriores, destinadas al acceso y recreo, complementan el volumen del edificio original. El espacio intermedio generado añade valor al convertirse en una zona atmosférica y semiprivada para el disfrute al aire libre.
Las amplias aberturas refuerzan la conexión entre las unidades residenciales. El departamento de la planta baja tiene acceso directo al jardín, mientras que la planta superior se vincula estrechamente con la logia frontal. Además, el ático expandido mejora el interior, con techos altos y claraboyas que proporcionan luminosidad y una atmósfera abierta y aireada.