El proyecto de la escuela primaria De Tol, situado en el centro de Herderen, un pequeño pueblo belga, está rodeado por la iglesia, el cementerio, un centro de día y un parque. Para dar lugar a la construcción del proyecto, las autoridades de la iglesia acordaron con el municipio la demolición de dos edificios –una sala parroquial y una casa pastoral– con la condición de que los nuevos espacios también estuvieran disponibles para las actividades de la comunidad.
Así, el llamado a concurso estuvo regido por la necesidad de articular espacios para usos compartidos. La oficina Dierendonckblancke architecten resultó ganadora y, tras realizar una serie de ajustes al proyecto original, dio inicio a la construcción.
El nuevo edificio, de 1.881 m2, alberga alrededor de 180 alumnos en sus tres nuevas plantas. En el nivel inferior se encuentra la guardería, que cuenta con su propio patio de juegos orientado hacia el centro de día y el parque; mientras que la entrada principal del edificio, las dependencias administrativas y una cantina y sala de usos múltiples ocupan el primer piso. En el segundo nivel están situadas las aulas de la escuela primaria, con un amplio vestíbulo entre ellas, que permite organizar actividades comunes.
El edificio comprende un par de volúmenes ligeramente desplazados, que forman dos esquinas y establecen los accesos a la escuela. Los colores y materiales del proyecto –chapa trapezoidal con suaves tonos de color verde que reviste el techo y la fachada– contrastan con el ladrillo rojo de los edificios adyacentes.
Un semicubierto blanco con estacionamiento para bicicletas oficia de acceso al edificio principal, y establece un límite entre el patio de juegos y el cementerio contiguo.
El proyecto está situado sobre un punto estratégico del pueblo, y su aspecto distintivo lo vuelve un nuevo punto de referencia cercano a la iglesia. La escuela, que intenta trascender su mero carácter de institución educativa, funciona asimismo como una bisagra que conecta o divide el espacio público y los edificios circundantes al poner su infraestructura al servicio de otras actividades. Por ejemplo, luego de las jornadas escolares y durante los fines de semana, la cantina y la sala de usos múltiples funciona como un centro comunitario al que se accede desde el patio de juegos de la escuela primaria, situado en el centro del proyecto, entre la escuela y la iglesia. Así, el edificio puede convertirse en un espacio de encuentro e intercambio, un punto de anclaje social para todos los habitantes del pueblo.
El despojado diseño interior equilibra superficies de bloques con hormigón visto, cielorrasos de placas, paredes blancas y sutiles acentos de color, como el laqueado amarillo de las barandas y marcos, las puertas celestes de los sanitarios y azules de las aulas y las instalaciones contra incendios rojas.