El proyecto está situado en el parque Rigot en Ginebra, junto a la Avenue de France, cerca de la escuela Sismondi. La ubicación responde a una medida urgente y temporal que impulsó la construcción del conjunto, destinado a albergar 370 inmigrantes. Los dos edificios, de cinco niveles cada uno, son simétricos y están conformados por 230 módulos de madera prefabricados.
Se accede al predio a través de una galería exterior abierta a un patio público, que se conecta con la parada del tranvía de Sismondi y el parque. Además, el patio público cuenta con una serie de bancos y canteros.
Los departamentos permiten albergar diferentes grupos de habitantes: personas que viven solas, familias con hijos, parejas, compañeros de piso, entre otros. En este sentido, para responder a una demanda variable, el proyecto propone una unidad básica que puede ampliarse de 2 a 8 habitaciones mediante puertas cortafuegos o a partir de la conversión de espacios de cocina en dormitorios.
La modulación de los departamentos y sus subdivisiones permite imaginar usos alternativos, como servicios de hostelería o viviendas para estudiantes.
La prefabricación y entrega de los módulos terminados fue decisiva para la planificación de la obra. La organización comprende tres lugares de trabajo en paralelo (cimentaciones / prefabricación de módulos / montaje y acabados) y permite llevar a cabo el proyecto en un breve período de tiempo.
La recomposición de los módulos prefabricados permitirá, en futuras reconstrucciones, desarrollar edificios de diferentes volumetrías.
La metodología constructiva del proyecto tiene como objetivo disminuir el impacto ambiental en diferentes escalas. Al cabo de una década, los edificios serán reubicados y el sitio deberá retornar a sus condiciones iniciales. En este sentido, la prefabricación permite un traslado más sencillo de los componentes estructurales.
La elaboración de los cimientos a través de una red de pilotes y zapatas de madera reduce el impacto del proyecto sobre el suelo natural. Así, la llamada construcción “en seco” previene cualquier tipo de contaminación de la red de aguas durante la construcción.
El proceso de licitación involucró a fabricantes de madera locales y los materiales requirieron de poca “energía gris” (energía utilizada durante todo un proceso productivo). Para los cimientos y la envolvente del edificio se utilizaron alrededor de 3.200 m³ de madera certificada “Label Bois Suisse”, a excepción de los marcos de los módulos, realizados en alerce.