

El proyecto se organiza a partir de un eje este-oeste (peatonal y vehicular) que toma la totalidad del predio y conecta los espacios interiores y exteriores, buscando una unidad de funcionamiento compuesto por diversas piezas que interactúan entre sí.

Se propone un edificio eficiente tanto en términos económicos (costos de construcción y mantenimiento), como ambientales (huella de carbono, funcionamiento energético) y funcionales (espacios de usos amplios, con buena iluminación ventilación y visuales). Para ello, el diseño de la planta representa un paralelepípedo de base cuadrada, compacto y simple en su geometría.


El proyecto se concibe como un gran y único espacio que, a su vez, contiene diferentes áreas de características similares. Es por eso que el patio principal, el foyer, el SUM, el patio secundario y los salones principales conforman un conjunto que permite la integración de los espacios y flexibilidad en la ocupación de los mismos. Bordeando este gran espacio, hacia el este y el norte, se disponen áreas que brindan servicio y apoyo para el correcto funcionamiento del mismo (administración, sanitarios, vestuarios, cocina y depósitos), conectadas entre sí y con las diferentes áreas servidas mediante una circulación técnica.

El edificio toma dos elementos característicos de la arquitectura tradicional regional: el patio y la galería. Ambos se reinterpretan como elementos activos dentro de la propuesta. En este esquema, el patio principal se plantea como un hall al aire libre desde el cual es posible acceder al foyer funcionando también como desborde del salón de usos múltiples. La galería, en los bordes sur y oeste del edificio, se plantea no solamente como circulación sino también como un espacio flexible capaz de albergar diversas funciones e integrarse espacial y funcionalmente al edificio, al tiempo que contiene y enmarca el paisaje.

La arquitectura del edificio, al igual que en el noroeste argentino, busca obtener el mayor confort térmico a través de la proyección de volúmenes de carácter sólido, con muros anchos y aberturas estrechas hacia el exterior y planos más abiertos hacia los interiores. Al mismo tiempo, la disposición y continuidad que establecen los patios y volúmenes permite la ventilación cruzada de los espacios a los que sirven, funcionando como medio de acondicionamiento térmico pasivo. Las galerías y el sistema de parasoles en las áreas vidriadas, funcionan como elementos reguladores de la luz y el sol.


La imagen del edificio resulta de la relación compositiva entre los volúmenes sólidos y las galerías, buscando simplicidad y claridad visual, en concordancia con el juego de llenos y vacíos de la arquitectura tradicional del noroeste argentino.
