El proyecto consiste en la remodelación de una casa ubicada en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Originalmente, la propiedad presentaba alteraciones a partir de adiciones y cambios programáticos que se le realizaron a lo largo de los años. Por ello, la estrategia de diseño consistió en quitar estas intervenciones y potenciar el interior mediante un nuevo programa permeable y en relación con los patios exteriores que lo rodean.
Los puntos de partida del proyecto fueron el lenguaje clásico, la altura de los espacios, los muros anchos y los pisos existentes. Su forma pura, limpia y atemporal pretende conservar los rasgos originales de la propiedad y establecer un diálogo entre lo histórico y lo actual, lo liviano y lo pesado, lo real y lo conceptual, el blanco y el marrón, el interior y el exterior.
En primera instancia, se localizaron y demolieron todos los muros, techos y pisos que rodeaban la arquitectura original de la casa, para dejar al desnuda la cáscara y el espacio exterior que la despega de las medianeras.
Luego se delimitó el acceso, conformado por un primer patio que funciona como espacio de transición entre la calle y el interior de la casa, es decir, entre lo público y lo privado. El programa principal, compuesto por la sala de estar, la cocina y el comedor, está situado en el centro de la planta, junto a un segundo patio longitudinal que lo contiene.
Las grandes puertas y ventanas buscan brindar la mayor cantidad de luz natural posible y establecer un vínculo con el espacio exterior, para potenciar su uso diario. Por último, el dormitorio y el baño principal quedan en relación directa y privada hacia un tercer patio.