En China, el término “aldea urbana” [cheng-zhong-cun], hace referencia a los restos de asentamientos preindustriales que se encuentran en medio de una metrópolis. La ciudad de Nantou es un ejemplo de este fenómeno. Situada en el corazón de Shenzhen, pasó de ser una antigua capital a una ciudad interior superpoblada. Los visitantes se ven inmediatamente inmersos en sus calles estrechas, plazas y callejones sin salida por los que circulan residentes, vendedores ambulantes y nómadas.
Allí, Neri&Hu llevó a cabo la transformación de un antiguo edificio de viviendas en una casa de huéspedes de once habitaciones. Inspirado en el vibrante ambiente de los callejones de Nantou, el proyecto pretende resaltar el valor de este tipo de espacios. Las escenas de lo cotidiano -las personas, los objetos y sus entornos- fueron la principal fuente de inspiración.
El acceso y los espacios públicos se abren hacia las calles intrincadas. La nueva entrada a la casa de huéspedes es una extensión de una calle lateral que conecta directamente con el corazón del edificio, invitando a los transeúntes a pasar.
Se realizaron una serie de incisiones sobre la estructura para consolidar aperturas que ponen en relación el interior del edificio con el barrio. Al mismo tiempo, la excavación reveló numerosas capas de materiales previos, que establecen un diálogo con los nuevos elementos; entre el pasado y el presente.
La fachada consta de un cerramiento ligero de chapa a modo de pantalla, que se separa levemente de la estructura de hormigón. En la cubierta, un revestimiento de listones de madera ofrece un contrapunto con la ligereza de la chapa. En la terraza, dos volúmenes sobresalen y albergan espacios comunes con amplias vistas del barrio.
Cortar no significa simplemente destruir. En este caso, implica crear nuevos espacios y significados. Al absorber la urbanidad en el edificio, la Casa de Huéspedes de Nantou hace legible su historia pasada y se integra plenamente en el flujo de una ciudad cambiante.