Bay State Cohousing es un complejo de vivienda colectiva situado en la ciudad de Malden, en el Gran Boston. Esta tipología surge a partir de la recién creada Ordenanza de Zonificación de Cohousing de Malden, legislación que French 2D ayudó a catalizar. El proyecto fue concebido junto a sus residentes: un grupo multigeneracional de familias e individuos que buscan desarrollar viviendas alternativas compartidas, apoyo, amistad y valores colectivos. El proceso de diseño participativo enfatizó el apoyo mutuo y los valores centrales de consolidar y compartir recursos, desde tierra y energía hasta automóviles y bienes materiales.
El modelo de vivienda conjunta norteamericano es una forma de comunidad intencional que suele reunir a personas en torno de un propósito común y, por lo general, se organiza como un conjunto de viviendas unifamiliares que rodean una casa común para actividades comunitarias. En contraste con este modelo, el diseño de French 2D podría leerse como una única casa colectiva, al tiempo que funciona como un conjunto de treinta viviendas. Cada una de las unidades ofrece las comodidades de una casa privada, integrada en un marco más amplio de espacios y recursos compartidos, que incluyen terrazas comunitarias, jardines, un comedor para cien personas, despensa comunitaria, espacios de trabajo y espacios para yoga, música y más.
Las limitaciones del tamaño del sitio, junto con el programa deseado, alentaron a French 2D a crear un espíritu de abundancia con recursos limitados. Aunque tradicionalmente la vivienda conjunta en América del Norte sacó provecho de los acuerdos espaciales horizontales, en este caso, el sitio urbano de un tercio de hectárea aproximadamente, exige un replanteamiento del modelo. Hallado luego de años de búsqueda, el sitio se encuentra muy cerca de una parada de metro de Boston y de un centro próspero y diverso. El proyecto se organiza en altura, aprovecha las unidades apilables y entrelazadas, mantiene las unidades privadas pequeñas (que van desde microestudios hasta tres dormitorios) y gana metros cuadrados para su uso en espacios comunes interiores y exteriores. La puesta en común de espacio y ciertos recursos, al tiempo que mantiene la propiedad individual del hogar y la separación de las finanzas, fomenta la ayuda y el apoyo mutuo entre los hogares, así como la creación de familias extendidas más amplias sustentadas en la amistad y la elección.
Las circulaciones a lo largo del edificio y el sitio son accesibles y forman parte de áreas comunes con espacios interiores y exteriores bien cualificados. La mitad de las unidades y espacios comunes dan al patio interior y al césped, y tienen acceso en todos los niveles a puntos de intersección exteriores, en los que los residentes pueden cruzarse de forma natural y reunirse para brindarse cuidado y apoyo. En lugar de centrarse en la vigilancia, las conexiones crean reciprocidad en múltiples lugares para hacer jardinería, charlar, jugar, leer o descansar. Muchos de los residentes mayores de la comunidad y aquellos con niños eligieron estas unidades orientadas al patio para estar cerca unas de otras, del jardín en las terrazas en la parte trasera del sitio y del espacio de juego informal en el patio y el césped.
Para reforzar las conexiones deseadas, el diseño presta mucha atención a la conciencia colectiva informal. Para permitir transparencia visual en toda la comunidad, se reducen las circulaciones, inventando en su lugar disposiciones en planta y sección que no son típicas de viviendas multifamiliares. Por ejemplo, un patio semicerrado con pasillos exteriores se entrelaza con pasillos interiores y espacios comunes integrados. Las rupturas y asimetrías en el plano crean una conexión recíproca, visible en un par de cubiertas en los segundos niveles que intercambian vistas a través de una esquina abierta del patio incompleto.
El proceso de diseño colaborativo de French 2D se basa en su creencia de que los futuros residentes tienen la capacidad (y deberían tener el poder) de tomar decisiones importantes sobre el diseño de su entorno. A través de talleres y de la creación de consensos, los diseñadores abordaron una gran variedad de preocupaciones, desde el acceso al sitio y el impacto ambiental hasta la vida cotidiana, los encuentros casuales y la vitalidad social de sus futuros residentes.