Del otro lado del río Garona, frente a la emblemática “ciudad de piedra” del siglo XVIII, el barrio Bastide-Niel propone una forma urbana poco convencional. Trazado por MVRDV, este sector combina diseño heliotrópico, pasajes angostos y una trama densa de volúmenes independientes que funcionan como islas edilicias. La intención fue trasladar la vitalidad del centro histórico de Burdeos hacia la ribera opuesta. Los techos tienen un rol protagónico: con planos inclinados, alturas variables y siluetas marcadas, construyen una imagen urbana reconocible y diversa que define el carácter del barrio.
Sobre el Quai des Queyries y en contacto con el Parc aux Angéliques, el edificio B09 suma 54 viviendas sociales en alquiler. El reto principal fue trabajar con un volumen preestablecido, logrando que responda de manera eficiente al programa habitacional. A su vez, se buscó darle continuidad al envolvente (muros y techos) para que funcione como una sola piel.
La elección de materiales parte de una lógica mineral, con tonos cálidos y arenosos que remiten a la arquitectura tradicional de la ciudad. Las fachadas se resolvieron en ladrillo rubio, que se continúa en la cubierta de tejas para reforzar la unidad del volumen. Aunque el edificio tiene una presencia fuerte y escultórica, el tratamiento de sus superficies lo vuelve cercano: la escala, la textura y el uso de materiales familiares apuntan a lo doméstico.
La calidez del proyecto se transmite a través de una serie de detalles precisos: barandas, carpinterías, dinteles, loggias profundas, retranqueos sobre la fachada sur y terrazas habitables tipo tropézienne. En un entorno denso, la privacidad es clave: por eso, las aberturas y loggias tienen paneles opacos en la parte inferior. Cada loggia incluye además un mueble de guardado incorporado, sumando funcionalidad y practicidad al espacio al aire libre.
El acceso principal se organiza a través de un “vestíbulo”: un pasaje amplio y abierto que articula el espacio público con la intimidad del hogar. Es una zona peatonal, amable, que define la secuencia de llegada. El edificio se apoya sobre un basamento elevado, en respuesta a las normativas que regulan la construcción en zonas inundables, lo que mejora su adaptación a posibles crecidas.
B09 logra equilibrar diseño, materialidad y uso, proponiendo una forma contemporánea de vivir en ciudad. Con una apuesta clara por la escala humana, una organización funcional de los espacios y una estética que recupera elementos tradicionales, el proyecto se suma con personalidad a la identidad cambiante del barrio Bastide-Niel. Una pieza más que aporta a la idea de una ciudad densa, diversa e inclusiva.
