El nuevo edificio está situado en Colonia Del Valle, un barrio al sur de Ciudad de México que, en las últimas décadas, se fue transformando y pasó de tener predominancia de casas familiares de clase media-alta a edificios de vivienda de baja altura y densidad media. La normativa de la zona admite seis departamentos repartidos en cuatro niveles que, en este caso, dieron como resultado dos tipologías habitacionales.
La primera, de 200 m², ocupa toda la planta y cuenta con tres dormitorios y tres baños. Una de ellas se articula directamente con la terraza, mientras que la otra posee un patio amplio.
La segunda tipología, de 100 m², consta de unidades con dos dormitorios y dos baños, situadas en el segundo y tercer nivel. Esta disposición evita conformar un patio central en el que las unidades se miran entre sí y carecen de privacidad.
Disponer el edificio en la parte delantera del terreno permitió añadir un patio privado en la parte posterior del terreno. Ambas fachadas, la frontal y la posterior, acentúan el orden de la estructura al dejar visibles las losas y columnas.
En un segundo plano, las fachadas presentan una combinación de vano y macizo a través de la utilización de vidrio y hormigón alternado, dependiendo de las necesidades de privacidad que requiera el programa interno.
El hormigón recibió una técnica de martillado que le confiere un acabado más rugoso y además contrasta con el acabado liso de la retícula formada por las losas y columnas.
En el interior, los suelos de madera maciza de Tzalam y las carpinterías, junto con el mármol de Carrara y los tonos claros crean interiores cálidos y atemporales.