Hace ya varios años que el estudio estadounidense OJT desarrolla y perfecciona Starter Home*, un programa de vivienda urbana para los barrios en Nueva Orleans. La iniciativa incorpora constantemente estrategias de diseño para el aprovechamiento de la tierra, con el objetivo de desarrollar viviendas asequibles en vecindarios que, debido a las presiones económicas ascendentes, ya no son accesibles para gran parte de la población.
El diseño de cada prototipo deriva de las particularidades del sitio y de las necesidades programáticas de cada individuo. En este sentido, prevé completar el tejido urbano construyendo sobre parcelas vacías que el sector inmobiliario suele pasar por alto por poseer menores dimensiones que las estándares o ser irregulares.
El término“Starter Home” alude a un componente esencial, aunque en declive, del mercado inmobiliario norteamericano: la primera casa que una persona puede permitirse adquirir. Convencionalmente entendido como un desarrollo monótono, producido en masa y de tipo “greenfield”[1], este programa toma un enfoque decididamente opuesto, abocado a la particularidad arquitectónica y la integración urbana para lograr objetivos similares. A diferencia de su homónimo, se apoya totalmente en el diseño para generar acceso a la tierra y desarrollar el producto final. Sin la arquitectura, en este contexto, no habría desarrollo.
[1] Refiere a desarrollos inmobiliarios donde el suelo aún no ha sido explotado o no posee ningún tipo de urbanización previa.
El programa es financiado y operado de manera colaborativa entre el desarrollador, el constructor y el arquitecto. Está concebido para ser aplicable a muchas, si no a todas las ciudades. A través de un análisis minucioso de la disponibilidad de tierras y el flujo del mercado, se determinó que había oportunidades económicas con los terrenos mencionados anteriormente.
La casa 4514 S. Saratoga es una de las iteraciones de Starter Home*. El lote – un tercio del tamaño tradicional de una parcela en Nueva Orleans – requirió apilar programas de manera vertical y eficiente.
Su morfología, que remite ambiguamente a un hogar tradicional, fue pensada para manipular la percepción de su verdadera altura y escala. Los espacios se distribuyeron en base a los requisitos programáticos del primer piso y a la necesidad de maximizar el área edificable.
Las escaleras de acceso, diseñadas a partir de la huella de la planta baja, articula internamente los principales espacios de la sala de estar. El segundo piso funciona como dormitorio adicional o un espacio flexible con acceso a una gran zona de almacenamiento. Un porche trasero y un pequeño patio ocupan el limitado espacio restante. El primer piso tiene dos camas compactas y baños.
Al igual que otros prototipos de la serie, 4514 S. Saratoga posee paneles prefabricados de hormigón y un revestimiento de placas de madera. Desde la calle, la nueva vivienda se integra a la línea de techos de las construcciones linderas.
En este sentido, aunque no se aprecia desde el frente de la calle, la parte más alta de la casa se ve a lo largo de las calles adyacentes, incorporándose a las buhardillas de los tejados vecinos, extrañamente presente aunque no del todo claro a dónde pertenece.
