Me atrevo a decir que esta edición de PLOT es de las más tradicionales en relación a cómo se estructura su contenido desde las últimas ediciones. La organización de cada número, alrededor de tres ejes principales (Revista, Práctica y Teoría) que ordenan el índice, siempre tuvo un equilibro fundamentado en diferentes variables, que en cada nueva publicación alteramos o respetamos libremente para permitirnos mostrar los proyectos de las formas más diversas y amplias. Sin embargo, por alguna razón –hoy indiferente– esta edición recupera los valores, las búsquedas y los motores que desde los inicios han promovido esta revista: prácticas emergentes de Argentina y Latinoamérica, edificios recientemente inaugurados, propuestas urbanas de escalas diferenciales y con una mirada de futuro, además de reseñas de eventos y libros recientes, entre otros temas. Este medio, referente de la arquitectura contemporánea y disciplinas afines, es, sobre todo, un espacio de legitimación de lo que nosotros, como grupo editorial, consideramos de valor en este presente difuso y a veces incierto. 

En la Sección Revista, publicamos una reseña sobre la última edición de la Bienal de Arquitectura de Buenos Aires, donde participamos en la presentación del libro Arquitecturas Públicas. Buenos Aires 2016-2024 (editado por PLOT). Además, incluimos dos proyectos de pequeña escala de livni+ –liderado por Pedro Livni, asiduo colaborador– que proponen  formas significativas de reinterpretar propuestas de refuncionalización “simples”, pero basadas en una arquitectura que dialoga con referencias reconocibles y que, en consecuencia, resultan  de gran interés para lectores que trabajan esta tipología de encargos. También, y en el afán de reunir situaciones recurrentes entre prácticas jóvenes, esta vez invitamos a siete arquitectos y arquitectas a proponer un “dibujo”. Francesca Caraccini lideró la convocatoria, motivada por las formas en que la representación puede describir los espacios más cotidianos que habitamos. 

En la Sección Práctica, el equilibrio entre proyectos de diferentes latitudes, escalas y abordaje de la arquitectura está dado gracias a la inclusión de, por un lado, un extenso artículo sobre el nuevo edificio de Malba Puertos, acompañado de fotos inéditas de Javier Agustín Rojas. Se presenta con dos textos encomendados, uno de Jesús Vassallo y otro de Tania Pardo, quienes, desde sus perspectivas expertas, nos ayudan a desentrañar el impacto de la rigurosa y sugestiva resolución técnica y la gran convocatoria cultural de este proyecto, realizado por Estudio Herreros y Torrado Arquitectos en la localidad de Escobar, Provincia de Buenos Aires. 

La propuesta fresca, por otro lado, llega por parte del trabajo de Juliana Ayako, una joven arquitecta de Río de Janeiro cuyo enfoque nos estimula. Juliana lidera el estudio Ayako Arquitetura, pero en muchos de sus proyectos trabaja asociada con otros profesionales emergentes, lo que nos recuerda que ya casi son nulos los modos de proyectar autónomamente si se trabaja en compromiso con el territorio y con preocupaciones sociales. 

Por último, con una introducción de Giulia Foscari (UNA/UNLESS), presentamos tres intervenciones en la ciudad de París para los Juegos Olímpicos del 2024: la refuncionalización de un edificio histórico, la construcción de un estadio de magnitud monumental, y un proyecto que, durante el evento, devino en viviendas para los atletas, pero cuyo destino final es un centro de artes urbanas. 

En la Sección Teoría, un recorrido por la cronología histórica del crecimiento de París explora la forma en que la ciudad supo transformarse ante los desafíos de la expansión a lo largo de los siglos. Incluimos una reseña del libro editado por Dominique Perrault (Actar, 2024), cuyas imágenes históricas aportan valiosa información teórica. 

En las últimas páginas, el ya clásico “cierre gráfico” pondera la imagen por sobre la palabra. En esta ocasión, presentamos un estudio urbano sobre la morfología de edificios sujetos a reglamentaciones estrictas en Santiago, Chile, fotografiados por Cristóbal Palma, que revela el poder de la norma por sobre la forma. 

Quizás el cierre de año con otra edición impresa (dos, si consideramos que este mes también publicamos PLOT Especial 22 “Casas y Detalles constructivos”) y con la oportunidad de continuar con un proyecto editorial –en contra de los (a mi entender) “falsos” indicios de que las publicaciones de papel pierden espacio–, refuerza nuestra voluntad de recuperar los ejes principales que siempre han guiado la mirada editorial de PLOT. Todo esto para luego volver a desarmarlos, cuestionarlos, o darnos nuevas libertades en el año que comienza, y proponernos nuevos rumbos en el debate disciplinar del que, sin duda, formamos parte.

Magdalena Tagliabue
Directora Editorial