Particular Matter(s)

El pabellón de Tomás Saraceno constituye una experiencia multisensorial que exige a los participantes mediante la escucha y el movimiento comprometido.

Fotografía Cortesía Tomás Saraceno

La minuciosa exposición de obras, proyectos e investigaciones de Tomás Saraceno ofrece nuevas formas de conocimiento sobre la justicia climática y las perspectivas no dominantes de las formas de vida humanas y no humanas –el aire, las arañas y sus telas–, así como de las comunidades que se ven afectadas por políticas y prácticas ambientales injustas.

Plantas
Los cuatro movimientos del concierto “Soltar el aire: Cómo escuchar el universo en una telaraña” [Free the Air: How to hear the universe in a spider/web] incluyen telarañas y arañas, y forman parte de la exposición Particular Matter(s), que se celebró en el centro cultural The Shed (Nueva York). El sonido del concierto proviene de la vibración de arañas de diferentes especies: Cyrtophora citricola, Trichonephila clavipes, Habronattus dossenus, Stegodyphus dumicola, Nephila inaurata, y se desarrolla dentro de una instalación inmersiva de 39 metros de diámetro, que consta de dos niveles de tela metálica y un sistema de vibradores que generan movimientos con lenguajes hápticos.
Corte transversal
Ello produce que los cuerpos de los asistentes vibren al ritmo de las arañas, interactuando con lo no audible, en un vínculo interespecie e intraespecie. Lo que sucede adentro del espacio funciona como un diálogo en afirmación de los derechos de los invertebrados.
Fotografía Cortesía Tomás Saraceno

Toda la instalación constituye una experiencia multisensorial que exige a los participantes reorientar sus cuerpos hacia el entorno que los rodea, comunicándolos mediante la escucha y el movimiento comprometido. Todo comienza con grupos de participantes preparándose para un viaje. Al ingresar a la instalación, se ven envueltos en una ligera niebla, suspendidos en redes que flotan dentro de 13000 metros cúbicos de aire. Con el escenario listo, comienza el concierto para el aire y las telarañas, mientras la atmósfera se vuelve cada vez más nebulosa, como si el espacio entre los participantes y la telaraña se colmara de partículas de carbono negro PM2,5. Mientras se atenúan las luces, las redes vibran con ondas sonoras producidas por las arañas, que interactúan con sus telas.

Fotografía Cortesía Tomás Saraceno
Fotografía Cortesía Tomás Saraceno

Los participantes tienen la impresión de que el interior de la instalación se agranda, al igual que el universo, a medida que las voces no escuchadas de las arañas devienen en vibraciones percibidas. Con la sucesión de  acordes y cuerdas, el cuerpo de cada participante se vuelve un oído sensible tanto a la red que resuena por debajo como a los ritmos de otros seres.—

Fotografía Cortesía Tomás Saraceno

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Arquitecto Tomás Saraceno

Curadora Emma Enderby

Ubicación The Shed, Nueva York, EE. UU.

Fecha Del 11 de febrero al 17 de abril de 2022

Asesores Stev Bringmann, Sergio Leiva, Juan Enrique Leiva, Will Lauf, Michael Wörner (ingeniería, producción, instalaciones), Christof Hetzer, Alex Brok, Ulrich Reiter, Rembrandt, Pieplenbosch (iluminación y diseño atmosférico), Lugh O’Neill (composición audio y vibración)

Director de exhibición Jesse Hamerman (The Shed, Nueva York)

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