El Parque Almansa de San Javier se encuentra en el corazón del municipio y abarca una superficie de más de treinta mil metros cuadrados. En su perímetro se ubican importantes instituciones como el Conservatorio de Música, la Escuela de Danza Municipal, la Escuela Oficial de Idiomas, los Juzgados y un colegio, además del Ayuntamiento. Dentro del parque, destacan el Centro Cívico, su reciente ampliación y el Auditorio de Verano, un espacio icónico que alberga el Festival Internacional de Jazz, con veinticinco ediciones, y el Festival de Teatro, Música y Danza, que ha celebrado ya cincuenta y tres.
El Ayuntamiento de San Javier, consciente de la relevancia del Parque Almansa como un espacio clave en la vida de varias generaciones de vecinos, impulsó una serie de acciones para adaptarlo a las necesidades y valores actuales. Con este objetivo, inició un proceso de participación ciudadana para recopilar ideas y necesidades, en 2016 obtuvo los Fondos Europeos EDUSI para financiar la propuesta y, en 2017, estableció un convenio con el Colegio de Arquitectos de la Región de Murcia para organizar un Concurso de Ideas para su renovación, asegurando así un proceso riguroso y transparente.
Según las bases del concurso, el Parque Almansa había acumulado a lo largo del tiempo diversos elementos sin una conexión coherente, lo que generaba un espacio fragmentado, con múltiples barreras arquitectónicas y una gran ocupación vehicular. Además, los edificios existentes no cumplían con la normativa de accesibilidad, presentaban deficiencias en eficiencia energética y carecían de valor arquitectónico. La propuesta debía responder a un nuevo programa de necesidades, incluyendo un teatro/auditorio de Invierno para ampliar la programación cultural anual, así como nuevas áreas recreativas: juegos adaptados, skate park, un espacio artístico al aire libre y una zona de estacionamiento reducida, además de un cerramiento para el horario nocturno.
La propuesta ganadora entendió que el Parque de Almansa debía ser un espacio público que cimentara las culturas, un lugar respetuoso con el medio ambiente y donde se favorecieran y aseguraran la igualdad y las relaciones sociales. Se concibió como un sitio destinado a estrechar vínculos entre los vecinos y la ciudad; un espacio abierto, flexible y libre de barreras arquitectónicas, integrando actividades tanto colectivas como individuales, abarcando a la mayor diversidad posible de la población, desde niños hasta personas mayores.
El parque posee una escala intermedia entre un parque natural y una plaza urbana, lo que lo sitúa dentro del ámbito del parque urbano. En su límite con la ciudad, y dada la necesidad de cerrar el parque, se entiende como fundamental que no se convierta en una barrera entre dos realidades opuestas (ocio/trabajo, natural/artificial, parque/ciudad), sino que la transición entre ambas se dé de manera tranquila y progresiva. Por ello, el trazado del vallado se aleja del perímetro y genera espacios de dilatación y contracción, creando plazas (oportunidades de encuentro) en los espacios cedidos a la ciudad. A medida que se avanza en el parque, se buscan recorridos y visuales que ya no responden a la ciudad, sino al paisaje. Se establecen tres elementos (vallado, pavimento y arbolado) que se superponen unos a otros, ayudando a desdibujar los límites.
Se utilizaron pocos materiales: suelos de tierra vegetal y morterenca (que, mediante zanjas de drenaje, garantizan la infiltración natural), pavimentos de asfalto coloreado, encintados y bancos de hormigón in situ fratasado, además de mobiliario de acero galvanizado en caliente.
Se mantuvo el arbolado existente y se complementó con especies presentes en la zona. Se conformó un perímetro de arbolado de hoja perenne para generar un fondo “siempre verde”, mientras que el interior se completó con especies caducifolias.
Respecto a los equipamientos, se realizó una nueva envolvente de los equipamientos rehabilitados (para mejorar la eficiencia energética), utilizando los mismos materiales que para el nuevo Auditorio/Teatro, logrando así conformar un conjunto no solo a nivel social y cultural, sino también formal, articulándose en torno a un hall exterior como prolongación del parque.
Dado el ajustado presupuesto disponible y los contratiempos sufridos a lo largo de la obra (pandemia, falta de suministros, incremento de precios, etc.), la elección de pocos materiales, provenientes de la industria local, se mostró válida y necesaria.
