
Repensando en los entornos industriales, el edificio busca integrar cultura, tradición y sostenibilidad.


Este edificio industrial inspirado en la cultura local, las destilerías tradicionales de mezcal y la arquitectura vernácula de madera de Michoacán, ofrece una experiencia táctil a través de su estructura de madera expuesta.

Adyacente al edificio, se encuentra un bioestanque y un jardín botánico. El reservorio de agua funciona como sistema contra incendios para la planta, sustituyendo la necesidad de tanques de almacenamiento de agua.


El cliente desempeñó un papel crucial en el proyecto. Desde las etapas iniciales, enfatizó en el bajo impacto ambiental que debía tener el edificio.

Integrando técnicas y materiales contemporáneos como CLT (madera contralaminada) y ladrillos cerámicos, se buscó elevar la experiencia tanto de los trabajadores como de los visitantes, fomentando un sentido de familiaridad en su interacción diaria con el espacio.