Ubicado dentro de la plaza central del Puerto de Frutos de Tigre, en la provincia de Buenos Aires, el pabellón fue concebido como un edificio público situado estratégicamente y proyectado para uso comercial.
El proyecto incorpora cuestiones formales, materiales y simbólicas propias del sitio. La cubierta metálica inclinada y el basamento de ladrillo cerámico se inspiran en el entorno construido cercano, que consiste en una sucesión de edificios lineales que definen y delimitan el perímetro de la plaza central. La galería, un elemento común de la arquitectura del Delta, se orienta hacia las mejores vistas y conecta el salón con el espacio público de la plaza.
El basamento cumple varias funciones: delimita el espacio comercial en el entorno público mediante zonas ajardinadas y accesos, eleva el edificio por sobre la cota de inundación y sirve como plataforma de base. Por encima, se proyectó una estructura independiente, ligera y modular, de rápida construcción.
El cerramiento entre el salón cubierto y la galería se materializa con carpinterías metálicas de grandes aventanamientos, mientras que los sectores de apoyo (cocina y sanitarios), se construyen con muros. Además, un entrepiso alberga una oficina y un balcón privado con vistas panorámicas de la plaza.