La Biblioteca Pública de Calgary posee uno de los sistemas bibliotecarios más activos de América del Norte, del que más de la mitad de sus habitantes son usuarios regulares. El edificio, que se distingue por su fachada dinámica, con dibujos geométricos, ofrece diversos espacios donde realizar actividades de intercambio e interacción social y estudio y aprendizaje, respondiendo a los distintos requisitos del programa.
El lote donde se encuentra el edificio está atravesado por una línea de metro que traza un camino curvo, dividiendo el centro de la ciudad y el East Village. Para resolver este desafío, los arquitectos elevaron el acceso principal por encima de las vías de manera de integrar el tren en el diseño.
Las ligeras pendientes en terrazas se elevan hacia el centro del edificio y permiten que los visitantes que llegan desde distintas direcciones interactúen directamente con la biblioteca. Los anfiteatros exteriores, ubicados en las terrazas, ofrecen espacios de estar, donde, además, se extienden los programas interiores de la biblioteca. El ingreso a la biblioteca, que actúa tanto como portal y como puente, articula los dos barrios y restablece las conexiones visuales y peatonales.
Concebida para abarcar espacios lúdicos y formales, los elementos programáticos más abiertamente dinámicos y públicos de la biblioteca están ubicados en los pisos más bajos, con una transición progresiva hacia las áreas de estudio más silenciosas en los pisos superiores. A nivel de la calle, una serie de salas de usos múltiples se alinean con el perímetro del edificio, intensificando la conexión entre el interior y el exterior. En la planta baja, una biblioteca para niños ofrece una sala de artesanías y manualidades, además de programas de aprendizaje y espacios de juego.
A lo largo de los cuatro pisos, los diferentes espacios proveen interacciones digitales y analógicas, tanto grupales como individuales.
En el nivel más alto, la gran sala de lectura surge como un espacio silencioso para el estudio y la inspiración. Un sistema de láminas de madera proporciona luz natural en la sala a lo largo del día, a la vez que crea líneas de visión oblicuas entre el atrio y la fachada oeste.
La triple fachada de vidrio está compuesta por una trama modular hexagonal que varía y se extiende a través de la superficie curva del perímetro de la biblioteca, alternando paneles de vidrio y aluminio. De las variaciones del patrón de la fachada emergen formas familiares que se asemejan a un libro abierto. El volumen del edificio está completamente envuelto en un mismo patrón. La geometría de la fachada revela un amplio interior de doble curvatura revestido en madera de cedro roja.
Las láminas de madera en forma de elipse, que recorren el perímetro del atrio, permiten que este funcione como dispositivo de orientación para que los usuarios comprendan más rápidamente la lógica de circulación y organización de la biblioteca.
