La Maison Julie-Victorie Daubié, una residencia para jóvenes investigadores, está situada en el extremo sur del parque de la Cité Universitaire, y tiene el privilegio de enriquecer uno de los patrimonios de arquitectura moderna más importantes de París.
Construir dentro de un parque no está exento de limitaciones. La presencia de la avenida de circunvalación, en el límite de la parcela, exige disponer una serie de dispositivos de prevención: niveles de acceso semienterrados (que no impiden la visión ni el paso de la luz), y fachadas de alto rendimiento acústico. Por otra parte, el tamaño reducido de la parcela (un poco más de 1000 metros cuadrados para un programa previsto de 4629 metros cuadrados) demanda una verdadera compacidad volumétrica.
La residencia presenta sus cuatro lados libres, de modo que se la puede identificar de inmediato como un cubo elevado, cuya organización resulta fácil de leer a través de sus secciones.
La residencia presenta sus cuatro lados libres, de modo que se la puede identificar de inmediato como un cubo elevado, cuya organización resulta fácil de leer a través de sus secciones. El primer piso de los departamentos, situado por encima de las zonas de recepción, se encuentra a 2,90 metros por sobre el nivel del suelo de la Cité Universitaire. Los 106 departamentos, que ofrecen entre una y cuatro habitaciones, están distribuidos en siete niveles.
Las plantas están organizadas en tres franjas paralelas dispuestas en una línea norte-sur: dos de ellas están destinadas a las viviendas y, entre ambas, una tercera franja alberga todas las circulaciones. Lejos de un mero funcionalismo, la escalera triangular y el ascensor se afirman mediante volúmenes plásticos y autónomos.
En el último piso del edificio, la zona de circulación se amplía para conformar una terraza colectiva, protegida por una serie de barandas transparentes. Por otro lado, la parte superior de la franja este contiene una sala de gimnasio con vistas de la ciudad. Se trata de espacios comunes, que reafirman la dimensión colectiva del edificio, además de su relación con el entorno.
Las viviendas se articulan según una cuadrícula estructural de 6,30 x 6,65 metros, que permite agrupar las dependencias de servicio y ofrecer espacios habitables abiertos, orientados hacia el oeste y al este. En los departamentos de dos habitaciones es posible utilizar tabiques deslizantes para fusionar los espacios y transformar la vivienda en un gran volumen abierto.
Por su parte, la estructura metálica permite que la fachada adquiera la forma de un imponente muro cortina, sin por ello remitir a una superficie de vidrio homogénea. La escala de las viviendas sigue siendo legible gracias al recorrido de las bandas horizontales, y lo mismo ocurre en el fondo, a partir del juego de cortinas de color, dispuestas de piso a techo.—