El proyecto consiste en una intervención realizada en un departamento de 32 metros cuadrados, situado en un edificio de carácter patrimonial de los años treinta, en el barrio de Balvanera, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La organización preexistente de la unidad presentaba una serie de recintos poco articulados. El nuevo diseño rompe esta estructura previa, maximizando el ingreso de luz natural y adaptando la vivienda a los modos de habitar contemporáneos, como vivir y trabajar en un mismo espacio.
El programa incluye un espacio de desarrollo profesional para una diseñadora textil, por tanto los espacios requerían cierta flexibilidad además de amplios espacios de guardado.
Para ello se diseñaron tres habitaciones nuevas, que marcan la nueva configuración del departamento y adoptan casi la totalidad de su altura. Estos recintos son versátiles: por un lado son capaces de alojar espacios de guardado de diversas características, por otro, pueden albergar actividades como cocinar o higienizarse, entre otras.
Una de las habitaciones define el espacio de baño, otra el de cocina y la tercera posee una triple función: una biblioteca o espacio de guardado que da hacia el espacio de estar o trabajar, aloja algunos electrodomésticos contiguos al espacio de cocina, y hacia el dormitorio funciona como vestidor, complementada con un portón de dos posiciones que permite aislar al dormitorio del resto del departamento.
La selección de materiales se realizó contemplando las texturas existentes, descubiertas luego del desmonte de los cielorrasos. En algunos muros se dejó el ladrillo visto y en los cielorrasos y columnas se conservó la huella de la madera de los encofrados en el hormigón, así como las molduras originales del edificio.
Para homogeneizar la paleta de materiales se eligió pintalos de color blanco, poniendo en valor las variaciones sutiles de las texturas. Por su lado, el suelo se volvió continuo mediante la aplicación de microcemento alisado. Se utilizaron, además, materiales traslúcidos como el policarbonato para tamizar las visuales, dejando pasar la luz a todo el departamento, así como módulos de guardado en guatambú que proporcionan calidez a la intervención.