El Jardín Infantil Bambú está ubicado en la comuna de Las Condes, en la precordillera de Santiago de Chile. En las primeras instancias de desarrollo de proyecto, se resolvió que el Jardín no debía vulnerar la tranquilidad de los vecinos ni que las edificaciones vecinas desconcentraran a los niños de sus juegos y estudios.
En ese sentido, la estrategia consistió en excavar el terreno tomando la horizontal más baja, de manera que el edificio quedara parcialmente soterrado y aislado de las edificaciones circundantes y abierto al paisaje lejano: los cerros, la cordillera y el cielo.
La decisión también permitió liberar el patio de juegos en el centro, estructurando un sistema de salas de clases en torno a patios interiores, articulados frente a los corredores que enmarcan el gran espacio central.
El proyecto ofrece un recorrido a través de un pórtico compuesto por diversos volúmenes: uno cilíndrico, uno cuadrado y otros que hacen referencia al rectángulo, o a la diagonal, de manera que, desde el patio central, los cuerpos comparecen y revelan la magnitud de lo grande y lo pequeño, de lo cercano y lo lejano.
Al igual que en otras obras del estudio, se decidió utilizar un tono material que unifique todo. Para ello, se emplearon vigas y columnas de pino laminado y muros de tablas de pino insigne.
La geometría de los volúmenes sigue formas básicas, fácilmente reconocibles por los niños (cubos, triángulos, cuadrados y cilindros de luz), que privilegian el uso de la luz vertical, diagonal y horizontal.
El volumen de acceso y las distintas salas se construyeron empleando una estructura mixta de hormigón para los elementos portantes y madera laminada y paneles de madera aserrada para las divisiones interiores.
En el patio central se instaló una escultura realizada especialmente por Federico Assler, que tiene una fuerte carga simbólica para el proyecto educativo.
Este proyecto fue publicado originalmente en PLOT 61.