Los arquitectos Levitt Bernstein se asociaron con TKMT architectes para diseñar un centro de visitantes con instalaciones de vanguardia, destinadas al Instituto Laue-Langevin de Grenoble, uno de los principales centros de investigación de neutrones del mundo. El proyecto está situado entre un estacionamiento y el edificio principal del predio, con el que se conecta a través de una serie de pasarelas metálicas.
Las nuevas instalaciones cuentan con un vestíbulo vidriado de doble altura, que destaca en la fachada principal y recibe a los visitantes. El espacio está equipado con una escalera helicoidal de hormigón visto que articula la planta baja y el primer piso.
El programa requería de espacios amplios, flexibles y luminosos, por lo que se decidió añadir una serie de aberturas que regulan el ingreso de luz natural. En este sentido, el vestíbulo principal cuenta con una claraboya circular, de dimensiones generosas, los pasillos presentan ventanas corridas rectangulares, y las oficinas paneles verticales.
Las oficinas y salas de reuniones combinan muros de hormigón visto y estuco con elementos de madera, empleados principalmente en estanterías y armarios, de manera tal de crear ambientes de aspecto sencillo y ameno.
Por otra parte, el edificio integra una estructura de hormigón visto con una piel metálica de paneles móviles, que modulan la fachada y garantizan mayor privacidad. Adicionalmente, la disposición de la piel traza un patrón lenticular, inspirado en el proceso de difracción de neutrones.
Los paneles permiten a su vez modificar la opacidad de la fachada, que depende de las condiciones meteorológicas, el ángulo de visión de los observadores y el tipo de iluminación empleada a lo largo del día, que oscila entre la luz natural y artificial.