Esta entrevista, publicada originalmente en PLOT 48, es la primera de una serie dedicada a la valoración que diferentes fundaciones latinoamericanas llevan a cabo con archivos de diseño y arquitectura. En esa oportunidad entrevistamos a los fundadores de –I–D–A: Investigación en Diseño Argentino, el primer acervo de las diferentes áreas del diseño en el país. Conversamos sobre las políticas de preservación del patrimonio cultural para producir una historia crítica y operativa en el presente; y sobre la historia como componente activo en la creación de nuevas prácticas, técnicas y formas de pensar.
PLOT:¿Cuál es la importancia cultural de la conservación y catalogación de obras y documentos históricos?
–I–D–A: Argentina debería tener mayor autoconciencia sobre su patrimonio intelectual y cultural, que requiere de archivos y colecciones claves para poder pensarse, elaborarse, identificarse.
El registro de antecedentes permite el desarrollo de conocimiento, la proyección e innovación sobre distintos aspectos; tener autonomía de pensamiento y dialogar como nodo dentro de la red cultural internacional.
Parámetros como la identidad, el conocimiento específico y los cambios político-sociales pueden analizarse a través de la documentación. Dicha información interpretada y activada resulta un insumo necesario para la evolución social.
Para nosotros, el diseño implica un proceso de creación del entorno de manera consciente, que otorga calidad a la vida de las personas y el medio ambiente.
PLOT: ¿Qué normativa o leyes existen que colaboren en la creación y gestión de los archivos?
–I–D–A: La Ley 15.930 de 1961 contiene artículos específicos sobre los documentos de carácter histórico, de interés público y la protección para no ser erradicados del territorio nacional. Aunque es una herramienta que reafirma y protege el patrimonio cultural argentino, no es observado o implementado en términos de historia reciente o actual.
Cíclicamente el país se encuentra en momentos críticos ante su patrimonio intelectual. En la actualidad, se vislumbra una intención de diálogo sobre los procesos de adquisición, tratamiento y puesta en valor a través del cruce entre gestores culturales, profesionales patrimonialistas, museos, fundaciones y el área comercial. Es un espacio crítico de reflexión que podría instrumentar una mejora en las prácticas.
PLOT: ¿Qué complejidades presenta la creación de un archivo en Argentina? ¿Cuál es su postura ante la adquisición de archivos nacionales por parte de instituciones internacionales?
–I–D–A: En nuestro caso, el archivo y la colección están conformados por donaciones del colectivo de diseñadores, empresas importantes del sector, instituciones culturales de referencia, miembros activos de la sociedad, diseñadores, herederos y coleccionistas. Las donaciones de piezas y documentos han dado origen al mayor patrimonio cívico de diseño en Argentina. La cantidad de ingresos demuestra la solidez de la gestión institucional y el gran apoyo social con el que cuenta Fundación –I–D–A.
La adquisición de conjuntos de información de patrimonio local por parte de entidades internacionales obedece a que su relevancia trasciende las fronteras geográficas. A nivel local solemos prestar poca o nula atención al patrimonio, lo cual genera una desventaja operativa. Habría que analizar cada caso para entender si el material logra mayor transcendencia o se licúa de su sentido original, si logra mejores condiciones y difusión o si se utiliza a favor del monopolio cultural, si fue cuidado y estudiado previamente o se descubre desde una mirada externa, entre otros aspectos implícitos en un diagnóstico que debe elaborarse profesionalmente.
Nuestra postura es crear una ética operativa en el manejo de archivos, del mismo modo que en el mundo de las galerías existe un manual de buenas prácticas. El procedimiento podría iniciarse con el estudio de las alternativas locales: su funcionamiento, capacidad de adquisición, perspectiva de uso y proyección del material; una vez desestimada esta opción y elegida la alternativa internacional debería procurarse como base la catalogación, el acceso a la información en formato digital y/o físico, estudiar los casos de información duplicada y el costo cultural al desafectarlo de su lugar de creación.
No se puede estar en contra de la comercialización, pero sí debe establecerse una ética de acción. Las grandes entidades filantrópicas internacionales se han volcado a una visión colaborativa en la que asisten a una institución local responsable de procesar el material y facilitar el intercambio de información y conocimiento.
Solicitar el cumplimiento de estos términos en una transacción privada resulta complejo pero en las instancias institucionales debería ser la base operativa. En todos los casos demandará la presencia de profesionales en la gestión de archivos o patrimonios.
“–I–D–A surge por la necesidad de conformar un espacio de interpretación, difusión y puesta en valor de la práctica del diseño, ausente hasta el momento en Argentina. Para el armado de la colección cívica que administra, fue sustancial la cooperación de diseñadores, herederos, empresas, instituciones y coleccionistas, quienes encontraron en la fundación un lugar donde confiar su legado.”
PLOT: ¿Con qué premisas se fundó –I–D–A? ¿Con qué fin?
–I–D–A: En 2013, un grupo de profesionales de múltiples áreas del diseño y de ciudadanos comprometidos con la cultura comenzó a constituir una colección cívica. En simultáneo, y a partir del estudio de casos semejantes a nivel internacional, se ideó un modelo de gestión para administrar y poner en valor ese patrimonio. Esta finalidad le dio cauce legal a la Fundación –I–D–A, una institución privada de carácter público que en 2017 obtuvo personería jurídica.
–I–D–A surge por la necesidad de conformar un espacio de interpretación, difusión y puesta en valor de la práctica del diseño, ausente hasta el momento en Argentina. Para el armado de la colección cívica que administra, fue sustancial la cooperación de diseñadores, herederos, empresas, instituciones y coleccionistas, quienes encontraron en la fundación un lugar donde confiar su legado.
El crecimiento exponencial del patrimonio que alberga se debe, principalmente, a dos causas: la necesidad colectiva de proteger la herencia del diseño y la posibilidad que brinda la entidad como marco especializado para el cuidado y divulgación de los bienes donados.
Entre las tareas que cumple –I–D–A están documentar, proteger y gestionar el patrimonio; generar registros documentales orales, escritos y audiovisuales que ayuden a recuperar la memoria material; investigar e interpretar el patrimonio con eje en las variantes del diseño, desde sus manifestaciones iniciales hasta el presente; facilitar la circulación temporal, a nivel nacional e internacional, de bienes culturales para su apreciación y valorización pública; generar alianzas y colaborar con otras entidades locales, como centros educativos o de fomento a la disciplina; motivar la profesionalización en la administración y conservación de bienes patrimoniales; y otorgar herramientas para generar nuevos conocimientos del diseño a través del análisis histórico, la reflexión crítica y la difusión cultural.
Vale destacar que, en pos de democratizar el conocimiento y viabilizar proyectos de investigación, educativos, editoriales y expositivos, –I–D–A presentará en el transcurso del año 2019 una plataforma virtual de acceso público con el contenido indexado para su consulta.
PLOT: ¿Cómo es el proceso de adquisición, curaduría o selección para incorporar una pieza o una colección al archivo? ¿Qué criterios determinan la inclusión o no de una pieza en una colección?
–I–D–A: Nuestro sistema de adquisiciones parte de una investigación global, un mapa estratégico de contenidos que permiten realizar lecturas e interpretaciones a nivel territorial y temporal. Contemplamos diseños aplicados en cualquier parte del territorio federal, personalidades internacionales que actuaron en el país y proyectos realizados por argentinos que migraron. El acervo incluye íconos del diseño seleccionados por su impronta territorial, su calidad integral y su innovación estética, social y tecnológica.
Dentro de la fundación hay dos esquemas de adquisición: el archivo y la colección. La lógica del archivo apunta a la integralidad del material, mientras más elementos útiles haya mejor es la lectura del caso, y la colección apunta a una selección focalizada, es decir una curaduría de casos significativos. Son dos niveles de pensamiento combinados.
Comenzamos con los casos históricos y el abordaje contemporáneo lo hacemos asociados al trabajo de otras instituciones que se han dedicado a reconocer el buen diseño, pero que carecían de la guarda de estos, como el Fondo Patrimonial desarrollado con el Sello del Buen Diseño argentino.
PLOT: ¿El archivo está dividido por autores o por períodos históricos? ¿Hay ejes temáticos conformados a partir de obras de diferentes autores y procedencias, o esto corresponde a una mirada posterior, abierta a diferentes lecturas e interpretaciones?
–I–D–A: El acervo abarca el diseño en su amplio campo de acción, nucleado en cuatro áreas: Diseño Industrial y de Producto, Diseño Gráfico y de Comunicación Visual, Diseño de Indumentaria y Textil y Pensamiento y Gestión. Las áreas se ampliarán según evolucione la investigación: diseño arquitectónico, de interiores, paisajístico, audiovisual, multimedia. Los materiales se encuentran organizados en fondos de autores, de empresas y de instituciones, que permiten diálogos en simultáneo.
Cada fondo patrimonial tiene su soporte en las piezas que conforman la colección y el archivo que narra y amplía el proceso de concepción.
Los archivos están compuestos por diferentes formatos de documentos que en su totalidad evidencian sus técnicas de desarrollo y el aspecto creativo, estratégico y productivo del diseño. Procesos de trabajo (cuadernos, bitácoras, bocetos, anotaciones, planos); procesos tridimensionales (pruebas de materiales, maquetas, moldes, matricería, piezas componentes y de diseños); registros orales, visuales y audiovisuales de proyectos específicos y exposiciones (fotografías, negativos, diapositivas, placas, audios y videos); documentos de difusión y comunicación (prensa, carpetas, catálogos, afiches, invitaciones); escritos y documentos legales (cartas, informes, patentes, certificados); entre otros, sirven para la reconstrucción y la comprensión de los creadores y sus ideas.
PLOT: ¿Cómo es el proceso de catalogación? ¿Existen metodologías de trabajo específicas para cada disciplina?
–I–D–A: Por lo general recibimos grupos de documentación que no tienen una estructura organizativa o lógica, es decir, aún no son archivos. Estudiamos el caso y ofrecemos variantes de orden que determinamos junto con el consultor experto en el área y al autor. Se realizan tareas de conservación preventiva (limpieza, eliminación de agentes activos, se migran los contenidos a soportes estables, entre otras acciones). Se guarda por temas y tipologías de soporte. Se indexa inicialmente como grupos temáticos y, a medida que se procesa en detalle la información, se procede a la digitalización y catalogación de cada elemento.
Cada área tiene su especificidad terminológica y su particularidad, aunque conceptualmente se pueden establecer relaciones: un plano es al diseño de productos lo que la moldería a la indumentaria. Al mismo tiempo algunos parámetros de documentación son genéricos: registros fotográficos y fílmicos, prensa, entre otros.
Lo particular de este tema es que el diseño ha modificado su manera de actuar frente a la producción masiva: está en constante evolución. En la actualidad se puede hablar de diseño de servicios, estratégico y de experiencia, algo que no existía décadas atrás.
Hemos desarrollado bases de datos con entradas (metadatos) específicos de cada disciplina, que nos permiten cruzar información y actualizarla de manera orgánica.
“El acervo abarca el diseño en su amplio campo de acción, nucleado en cuatro áreas: Diseño Industrial y de Producto, Diseño Gráfico y de Comunicación Visual, Diseño de Indumentaria y Textil y Pensamiento y Gestión.”
PLOT: ¿Cómo está compuesto el equipo de trabajo y cuál es la formación de cada integrante? ¿Cuáles son las disciplinas esenciales para conformar un equipo de gestión de un archivo?
–I–D–A: Nuestro equipo está compuesto por profesionales del diseño, gestores institucionales y empresarios comprometidos con la historia y el desarrollo del país. Cuenta con una Comisión Administrativa encargada de gestionar la organización, un Consejo Asesor integrado por expertos en diferentes áreas del diseño, un Equipo Ejecutivo y de voluntarios que realizan las tareas operativas y Agentes Territoriales que colaboran en las diversas regiones del país.
El Consejo Asesor está compuesto por referentes de gran trayectoria ética y profesional que aportan su experiencia y visión sobre las múltiples aristas de la disciplina: Norberto Chaves (concepto), Rubén Fontana (diseño gráfico y de la comunicación visual), Hugo Kogan (diseño industrial y de producto), Kika Tarelli y Susana Saulquin (diseño de indumentaria y diseño textil) y Gabriela Baldomá (conservación y restauración).
Hay un alto cruce generacional, un grupo de jóvenes especializados en gestión patrimonial planifica cada una de las acciones estratégicas desarrolladas para “activar” el diseño junto a diseñadores de larga trayectoria.
PLOT: ¿Qué vínculos mantienen los diseñadores, familias o coleccionistas con las obras que se incorporan al archivo?
–I–D–A: Nuestro objetivo es armar comunidad con los integrantes del acervo, es un trabajo que realizamos en conjunto para lograr una mayor interpretación del legado y una mayor sinergia social con los contenidos.
El material donado está cuidado en condiciones patrimoniales y queda a disposición para usos de divulgación, estudio o reproducciones autorizadas.
PLOT: ¿Cómo se difunde la información? ¿Cómo accede el público al archivo?
–I–D–A: Si bien nuestro origen data de 2013 y gran parte de la comunidad del diseño y la investigación especializada reconoce nuestra labor, en la actualidad–I–D–A enfrenta una nueva etapa: el lanzamiento público. Mediante la apertura de nuevos canales de comunicación, como la página web, el boletín coleccionable (Old&Newsletter) y las redes Instagram, Facebook.
La Fundación cuenta con una estrategia de contenidos que nos permite programar información disímil y de gran interés. En el caso de las redes sociales, este año se rigen por efemérides que relacionan un día conmemorativo con una pieza del acervo. Es una manera de demostrar la presencia del diseño en todos los aspectos de la vida.
El acceso a los fondos patrimoniales que están procesados se podrá realizar por medio de la plataforma digital. Para los casos de consulta especializada para docentes, investigadores, curadores y periodistas se otorgan cupos preestablecidos dadas las limitaciones espaciales y operativas. Procuramos que las posibilidades aumentarán a medida que dispongamos de los medios.
PLOT: ¿Cómo se financia la fundación?
–I–D–A: La Fundación se potencia con la contribución de empresas, instituciones públicas y privadas, comunidad de diseñadores y organismos benefactores nacionales e internacionales.
Además de socios privados, que aportaron desde la primera instancia del proyecto, contamos con nuevas las alianzas institucionales que generan y avalan las dinámicas que nos permiten compartir recursos, brindar asistencia técnica, articular saberes y viabilizar proyectos de extensión. Esto genera nuevas perspectivas de trabajo y un mayor alcance público, relacionadas directa o indirectamente con la protección, interpretación y promoción del diseño.
Mantenemos la búsqueda de empresas y privados socialmente responsables, que puedan acompañar un proyecto pionero de alto capital simbólico. De esta manera se asocian al valor del diseño, en auge a nivel internacional, al mismo tiempo que aseguran un legado social y adquieren prestigio.
Otra forma de participación es a través de la red de voluntariado e investigadores para aportar conocimiento y colaborar en los procesos internos.
PLOT: ¿Qué políticas del Estado existen para viabilizar y apoyar estos proyectos?
–I–D–A: Las instituciones encargadas de velar por el patrimonio, acercar herramientas de democratización y puesta en valor cuentan con pocos recursos o vías de acceso para ello. En la Ciudad de Buenos Aires existe la Ley de Mecenazgo, que viabiliza mediante la desgravación impositiva la inversión privada en cultura y, a nivel nacional, los subsidios de infraestructura del Fondo Nacional de las Artes (FNA). Estas vías resultan parciales ante la gran demanda de las entidades patrimonialistas.
PLOT: ¿Cómo se difunde la información? ¿Cómo accede el público al archivo?
–I–D–A: Si bien nuestro origen data de 2013 y gran parte de la comunidad del diseño y la investigación especializada reconoce nuestra labor, en la actualidad–I–D–A enfrenta una nueva etapa: el lanzamiento público. Mediante la apertura de nuevos canales de comunicación, como la página web, el boletín coleccionable (Old&Newsletter) y las redes Instagram, Facebook.
La Fundación cuenta con una estrategia de contenidos que nos permite programar información disímil y de gran interés. En el caso de las redes sociales, este año se rigen por efemérides que relacionan un día conmemorativo con una pieza del acervo. Es una manera de demostrar la presencia del diseño en todos los aspectos de la vida.
El acceso a los fondos patrimoniales que están procesados se podrá realizar por medio de la plataforma digital. Para los casos de consulta especializada para docentes, investigadores, curadores y periodistas se otorgan cupos preestablecidos dadas las limitaciones espaciales y operativas. Procuramos que las posibilidades aumentarán a medida que dispongamos de los medios.
PLOT: ¿Cómo se financia la fundación?
–I–D–A: La Fundación se potencia con la contribución de empresas, instituciones públicas y privadas, comunidad de diseñadores y organismos benefactores nacionales e internacionales.
Además de socios privados, que aportaron desde la primera instancia del proyecto, contamos con nuevas las alianzas institucionales que generan y avalan las dinámicas que nos permiten compartir recursos, brindar asistencia técnica, articular saberes y viabilizar proyectos de extensión. Esto genera nuevas perspectivas de trabajo y un mayor alcance público, relacionadas directa o indirectamente con la protección, interpretación y promoción del diseño.
Mantenemos la búsqueda de empresas y privados socialmente responsables, que puedan acompañar un proyecto pionero de alto capital simbólico. De esta manera se asocian al valor del diseño, en auge a nivel internacional, al mismo tiempo que aseguran un legado social y adquieren prestigio.
Otra forma de participación es a través de la red de voluntariado e investigadores para aportar conocimiento y colaborar en los procesos internos.
PLOT: ¿Qué políticas del Estado existen para viabilizar y apoyar estos proyectos?
–I–D–A: Las instituciones encargadas de velar por el patrimonio, acercar herramientas de democratización y puesta en valor cuentan con pocos recursos o vías de acceso para ello. En la Ciudad de Buenos Aires existe la Ley de Mecenazgo, que viabiliza mediante la desgravación impositiva la inversión privada en cultura y, a nivel nacional, los subsidios de infraestructura del Fondo Nacional de las Artes (FNA). Estas vías resultan parciales ante la gran demanda de las entidades patrimonialistas.
PLOT: Una de las funciones de -I-D-A es “Impulsar la creación de proyectos de investigación, educativos, editoriales y expositivos para que los contenidos del acervo patrimonial logren un mayor alcance”. ¿Existen proyectos en marcha vinculados a este objetivo?
–I–D–A: Durante casi seis años realizamos proyectos piloto con los que pudimos presentar el funcionamiento institucional: investigaciones sobre el archivo, procesamiento de información, préstamos de obras, producción de contenido, entre otros.
La realización junto a Malba de un libro sobre arte y diseño en la década del 60, que surgió a partir de las jornadas “Ideas Materiales”, realizadas en 2015; la colaboración en la exposición de Oscar Masotta, curada por Ana Longoni, que itineró por Ciudad de México, Barcelona y Buenos Aires; el homenaje a Frank Memelsdorff en la entrega de los premios Empresa y Diseño que lleva su nombra en la Bienal Iberoamericana de Diseño; la generación de piezas audiovisuales proyectadas en el Planetario para la Tercera edición de Buenos Aires Semana del Diseño; el armado de la colección del Sello del Buen Diseño expuesta en Córdoba en 2018, entre otras acciones que se pueden visualizar en la página web.
PLOT: ¿Tienen vínculos con las instituciones académicas? ¿Qué impacto creen que pueda tener -I-D-A en la formación de los futuros diseñadores?
–I–D–A: Hoy por hoy nuestra red institucional se basa en acercar prácticas pre profesionales y pasantías profesionales para accionar de manera conjunta en centros de formación universitarios y terciarios, ofreciendo a los estudiantes una experiencia real de interacción con una institución de gestión en diseño.
Entre las instituciones educativas que colaboran con –I–D–A están la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU UBA) a través del UBACyT “Discursos, prácticas e instituciones de los diseños en las últimas dos décadas en la Argentina”; la Licenciatura en Diseño y Comunicación Visual de la Universidad Nacional de Lanús (UNLA) y la Licenciatura en Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA).
Algunos conocimientos técnicos que brinda la Fundación resultan inéditos en los ámbitos académicos, dada la materia prima del acervo para realizar sus prácticas: investigación patrimonial, conformación de archivos, conservación y restauración y curaduría especializada en diseño.
El programa hace hincapié en la concepción estratégica del patrimonio y la complementariedad existente entre sus aristas tangibles e intangibles. Las actividades introducen a los pasantes-practicantes en el trabajo de campo, la generación de contenidos, la administración, la gestión del acervo y la activación del patrimonio. Su contacto con las piezas y los documentos modela nuevas habilidades y potencia los saberes adquiridos en los espacios académicos. Asimismo, los estudiantes aprenden metodologías ágiles de conservación, registro, catalogación, datación, análisis y observación técnica a través de herramientas tecnológicas y plataformas interconectadas.
Mediante estos acuerdos, –I–D–A propone un espacio vincular formativo en las áreas de producción de conocimiento, vitales para la interpretación, transmisión y optimización de la cultura material argentina.
PLOT: ¿Cómo imaginan el futuro de -I-D-A?
–I–D–A: A partir del gran acervo patrimonial, el mayor de su tipo en Argentina, nos interesa actuar en la creación de un espacio museístico especializado. Un proyecto dedicado a identificar, registrar y difundir las experiencias pasadas y contemporáneas ofrece la llave para generar cambios de paradigmas y crear herramientas de innovación y transformación social.
Los incontables centros expositivos y guiones curatoriales que las grandes capitales del mundo le dedican a la disciplina evidencia una carencia latente en nuestro país. En el circuito local, la comunidad del arte ha consolidado su presencia en numerosos museos, centros culturales y salas de exposición, sitios donde el diseño solo aparece de manera temporal o efímera a través de eventos, ferias o concursos.
En 2005, la UNESCO designó a la ciudad de Buenos Aires como Capital Mundial del Diseño, pero aún con este gran reconocimiento que contempla el alto índice de centros de estudios, espacios de incubación y cantidad de profesionales afines, nunca se ha instalado un centro especializado en el cuidado permanente y sistematizado del patrimonio. Particularmente, los museos de diseño son un gran atractivo en la oferta cultural internacional, sus exhibiciones captan e incentivan a miles de turistas y ciudadanos y las muestras itinerantes y los contenidos producidos suelen viralizarse y multiplicarse inmediatamente por las redes.—
La entrevista a Fundación –I–D–A fue publicada en PLOT 48.