A la sombra de una ligera estructura de Arish, las tejedoras bahreiníes acostumbran a cavar un agujero en el suelo para acomodar sus piernas. A través de esta sencilla acción, el suelo se transformaba en una mesa interminable para tensar los hilos necesarios para su delicado trabajo. El arish es una técnica de construcción tradicional que utiliza las hojas secas de las palmeras datileras y las teje en una superficie resistente. Así, tanto el textil como la arquitectura que protege a los artesanos se tejieron in situ.
La fábrica Al Naseej es una instalación de tejido y un espacio social para los artesanos locales de Bani Jamra. Forma parte de una iniciativa más amplia de la Autoridad de Cultura y Antigüedades de Baréin, cuyo objetivo es redefinir y revitalizar la artesanía y las industrias tradicionales de todo el país.
En el emplazamiento se dispuso un sistema de columnas y vigas de madera que operan como principio organizador y como referencia a las plantaciones de palmeras datileras del norte de la isla, regadas por una compleja red de canales de agua.
El edificio resultante es una retícula baja que se extiende por el límite del terreno. Solo las palmeras atraviesan el techo horizontal y se convierten en la expresión que caracteriza al edificio.
En el interior, la estructura adquiere una figuración derivada de los pozos bajo el suelo en los que se sientan los tejedores mientras operan el telar de madera. Los espacios para la producción de tapices y tejidos, así como para el intercambio social, se definen a través de una serie de excavaciones precisas por debajo del nivel del suelo del edificio.
Las palmeras datileras, los estanques y las fuentes se disponen en el interior del proyecto para desarticular aún más la rigidez de la estructura cuadriculada. La estructura es a la vez un jardín y un edificio, abierto pero protegido. Las funciones específicas,encerradas únicamente por paneles de cristal, se disuelven en el jardín sombreado.
La construcción del edificio emplea las tradiciones locales de construcción y artesanía, y está compuesta por los materiales disponibles de la región. La estructura sombreada, la vegetación, la red de agua y las zonas para sentarse crean un jardín naturalmente refrescante para los habitantes del pueblo; consolida una arquitectura tejida.
