En 2014, un incendio consumió gran parte de un edificio histórico de la ciudad de Aalen, Alemania. Las ruinas aún contenían fragmentos de la fachada histórica de piedra arenisca y restos de sus frontones distintivos. Un año después, se lanzó un concurso de puesta en valor de la estructura, que ganó a+r Architekten. El principio rector del diseño fue restaurar cuidadosamente el patrimonio y convertirlo en un centro cultural.
El proyecto está situado en la zona conocida como Stadtoval, que antiguamente era utilizada como sector ferroviario. Al tratarse de una zona en expansión, la nueva estación cultural ocupa una posición central, ya que alberga un cine, un teatro, una escuela de música, salones de actos para eventos culturales y locales gastronómicos.
El proceso de construcción abarcó la integración de los restos del edificio histórico con las nuevas partes. La fachada, que había sido destruida casi en su totalidad, se sustituyó con hormigón visto de color, que genera formas que remiten al carácter del edificio original. Los tejados de los frontones transversales también se reconstruyeron siguiendo el modelo histórico.
Por otra parte, el frontón longitudinal siguió un concepto diferente. Se sustituyó por un largo sillar revestido de chapa perforada plegada, que crea una referencia espacial a los bordes urbanos del barrio adyacente al sur. En contraste con la fachada histórica de piedra arenisca, que está ornamentada y es maciza, el sillar adosado es sencillo y sobrio.
En los interiores se añadieron una serie de muros que dividen las distintas salas y dan rigidez a la nueva estructura de soporte. Los grandes salones y los usos públicos se distribuyeron en el antiguo edificio. Las aulas de la escuela de música y los talleres de teatro se encuentran en el nuevo edificio, en un espacio cúbico.
Para a+r Architekten era importante crear un ambiente auténtico e independiente para los distintos programas culturales, utilizando componentes históricos que se vieran reflejados en los materiales, las ventanas y la construcción del techo a dos aguas. Se emplearon luminarias y mobiliario en colores discretos para acompañar a la estructura.
El auditorio, un gran espacio de doble altura con muros y pisos de color negro, establece un contrapunto con el resto de los espacios diáfanos y de colores claros. A sus lados, cuenta con una serie de ventanales que brindan luz natural y pueden cubrirse cuando hay espectáculos programados.