El almacén de Lily no es simplemente un lugar para guardar herramientas, sino un refugio dentro del jardín con una variedad de usos flexibles. Sus paneles corredizos le otorgan la capacidad de ajustar la apertura del espacio hacia el exterior, creando así diferentes atmósferas según la ocasión.
El proyecto se enmarca en un contexto suburbano característico de Melbourne, donde las viviendas más amplias se ubican en grandes terrenos con acceso a través de estrechas calles traseras. Estos terrenos, antes repletos de frondosos árboles, están siendo progresivamente reducidos para dar paso a casas de mayor tamaño.
El proyecto reemplaza a otro que se encontraba en mal estado, inspirándose en sus materiales y forma. Esta elección preserva el jardín y mantiene su función de transición suave entre el almacén y la casa.
El almacén de Lily es un ejemplo de cómo un espacio reducido puede adaptarse de diversas maneras sin sacrificar espacio de los jardines existentes, demuestra cómo la creatividad en el diseño puede transformar un espacio pequeño en algo versátil y valioso para sus usuarios.