Editorial IMQ

Oficina para una editorial de libros infantiles diseñada por KLM Arquitectos.

Fotografía Javier Agustín Rojas

El barrio de Colegiales, en la ciudad de Buenos Aires, se caracteriza por ser una zona mixta en permanente transformación que mezcla viviendas, talleres mecánicos, galpones industriales y comercios. El proyecto diseñado por KLM Arquitectos se encuentra en un lote en esquina que brinda la posibilidad de darle una impronta tridimensional que difícilmente puede darse en terrenos de la ciudad situados entre medianeras.

Fotografía Javier Agustín Rojas

El proyecto, concebido para una pequeña editorial especializada en libros infantiles de interés científico, cuenta con un programa sencillo y sus requerimientos de superficie son muy acotados: una recepción, unos despachos, un pequeño sector de lectura, una pequeña cocina, una sala de reuniones, un depósito y, por último, una terraza accesible.

Planta baja
1° Piso
Entrepiso
Vista

La apuesta del proyecto IMQ es generar una pieza que articule las alturas de las viviendas vecinas en ambas calles, recuperando la altura perdida y brindándole jerarquía a la esquina. La estrategia consiste en dotar al espacio de oxígeno para generar relaciones espaciales múltiples y variadas entre todos los sectores de la obra y lograr la plena integración de quienes trabajan ahí.

Vista
Corte

El interior apunta a establecer una relación fluida entre las partes a través de un vacío de tres alturas articulado por una escalera, siempre aprovechando las posibilidades que ofrece su condición de esquina en relación con el mayor perímetro disponible.

Fotografía Javier Agustín Rojas

El espacio es introvertido. La conexión con el exterior es escasa y está dada por una serie de huecos de diferentes dimensiones que controlan esa relación y que por otra parte le dan un cierto carácter lúdico y doméstico.

Fotografía Javier Agustín Rojas
Fotografía Javier Agustín Rojas

La elección de materiales y terminaciones es acotada y elemental: se utilizó la luz natural como material de proyecto que jerarquiza el espacio con una iluminación controlada. Los planos interiores horizontales son de hormigón a la vista, mientras que los planos verticales se alternan entre superficies blancas que reflejan la luz.

Fotografía Javier Agustín Rojas

El resultado es un edificio singular que, por medio de la monomaterialidad y un cierto carácter objetual, apela a lograr una ajustada notoriedad dentro de un panorama general mediante una morfología urbana muy variada.

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