La comuna de St. Moritz cuenta con un importante centro de entrenamiento para atletas de diversas disciplinas, entre los que se destacan los corredores y los ciclistas. En 2017, el municipio organizó un concurso para mejorar la infraestructura del sitio y eligió la propuesta de Krähenbühl Architekten. El proyecto del estudio suizo consta de dos pequeñas construcciones: un pabellón móvil y un edificio de almacenamiento.
El edificio se encuentra en las inmediaciones de la iglesia de St. Karl Borromäus, un importante legado cultural e histórico de St Moritz. Por lo tanto, la configuración de la nueva construcción debía integrarse al antiguo edificio por medio de sus proporciones y materiales.
El edificio es un volumen horizontal que cuenta con capacidad para almacenar elementos deportivos y piezas individuales del pabellón móvil. El pequeño retranqueo al frente divide dos espacios de guardado.
Las fachadas están revestidas con tejas de madera de alerce del valle de Engadina. Las aberturas cuentan con listones verticales separados de manera tal de permitir la iluminación y ventilación de sus interiores.
Un pequeño sócalo de hormigón recorre el perímetro del edificio y contrasta con las tejas de madera.
Si bien predio está orientado a los deportes de verano, el sitio debía estar disponible para otro tipo de eventos, por lo que el nuevo pabellón es temporal y móvil. El mismo puede instalarse en primavera y desarmarse en otoño.
A diferencia del edificio de almacenaje, el pabellón está revestido por una estructura métalica con paneles de policarbonato. En su interior cuenta con vestuarios, espacio para el guardado de pertenencias personales y salas de descanso.
Sus interiores son de madera y cuentan con puertas corredizas que regulan la apertura hacia el exterior, permitiendo ver los entrenamientos o generar ambientes cerrados que favorecen la concentración de los deportistas.