Centro comunitario de Pratgraussals

ppa●architectures y Encore Heureux proponen un edificio que responde al paisaje, cuya morfología permite una variedad de usos posibles.

Fotografía Cyrus Cornut

En la orilla norte del río Tarn, a 400 metros de la célebre catedral de Santa Cecilia de Albi, se encuentra el Centro comunitario de Pratgraussals, junto a una antigua cantera, valorada actualmente por su invitación al ocio y el contacto con la naturaleza.

Fotografía Hugo Segura

ppa●architectures y Encore Heureux, las oficinas a cargo del proyecto, propusieron un edificio que responde al paisaje, cuya morfología permite una variedad de usos posibles. La lejana aguja de la Catedral de Santa Cecilia reclamaba un edificio de gran sencillez, dispuesto horizontalmente, que contara con una galería que reforzara sus vínculos peatonales.

Fotografía Cyrus Cornut

Los techos inclinados señalan el centro, sobre el salón principal de eventos, y los dos extremos al sur y al norte corresponden respectivamente a la entrada principal y a la entrada de los artistas. La pasarela periférica se convierte en una marquesina suspendida, que indica la entrada. La simplicidad de los volúmenes y de la combinación de materiales ofrece una doble escala: una escala doméstica con su referencia morfológica a los edificios agrícolas, y la escala de un edificio público abierto a todos.

Axonométrica y distribución

El centro comunitario de Pratgraussals es una de las principales atracciones, y fue concebida para albergar una amplia gama de eventos: el proyecto prevé la construcción de un gran vestíbulo con capacidad para quinientas personas, además de los servicios asociados: recepción, vestuario, logística técnica, cocinas, administración, además de los desarrollos exteriores en la extensión oeste, con su escenario para eventos.

Planta
Corte general

El gran salón de actos, cuyo techo permite adaptar un área de recepción descomponiéndola en tres espacios separados, se encuentra en el centro del proyecto. Se ha puesto especial cuidado en garantizar tanto la luz natural durante el día, como la posibilidad de oscurecer el espacio para espectáculos o proyecciones.

Fotografía Philippe Ruault

Los extremos del espacio alojan la entrada principal del edificio al sur, y una entrada secundaria al norte, lo que permite ampliar el espacio de los eventos utilizando los dos volúmenes adicionales. En el lado norte, el sobrecubierto se extiende fuera del edificio, formando un espacio exterior como un pequeño patio que da al parque.

Fotografía Cyrus Cornut

Los principios de reversibilidad que se observan en el edificio también se trasladan al mobiliario, que puede ser tanto un bar como un mostrador de recepción. Las luces suspendidas también cumplen una doble función: proporcionan una iluminación atmosférica y también albergan un sistema de rieles móviles, que permiten instalar un guardarropa y percheros cuando es necesario.

Fotografía Cyrus Cornut

La metodología desarrollada se basó en los siguientes principios básicos: simplicidad de formas, estructura racionalizada y técnicas constructivas eficientes. La cuadrícula, definida por los usos del edificio, fue el punto de partida del diseño y recorre todos los componentes del proyecto, ordenando la concepción global y favoreciendo el uso de elementos producidos en serie. Así, se mejora el control de calidad, se controlan los costes y se optimiza el tiempo de construcción.

La estructura de la gran sala de eventos está compuesta por pórticos de madera que permiten una luz de 24 metros a lo largo de la sala. Los componentes principales se fabricaron previamente en el taller y se colocaron in situ mediante sencillos sistemas de montaje.

El gran espacio está protegido por una cubierta de zinc que consta de ocho pendientes claramente definidas, lo que contribuye a la forma icónica del edificio. Las fachadas están revestidas en madera de la región de Limousin. Las bases de los muros son de hormigón prefabricado tachonado con cantos rodados del vecino río Tarn. Los materiales son simples y naturales, signos de confort básico y durabilidad real.

Fotografía Cyrus Cornut
Fotografía Philippe Ruault

Para garantizar el confort térmico y el bajo consumo de energía, los arquitectos optaron por una solución basada en gran medida en energías renovables: la energía geotérmica, asociada a un doble sistema de difusión (losa termoactiva y unidad de tratamiento de aire) para reaccionar de forma diferente a los períodos de alta ocupación y a los períodos de baja ocupación. Estas soluciones permiten que el edificio mantenga un equilibrio perfecto en términos de programa, además de aprovechar las energías libres (georefrigeración mediante losa termoactiva y free-cooling con la UTA).

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