Es posible construir un paisaje propio dotado de relevancia en un entorno desvinculado de la ciudad y sin otro condicionante que la geometría de un lote? Cuando no hay nada para ver, es necesario volcarse hacia el interior para construir un espacio de calidad que posibilite una multiplicidad de usos domésticos.
La naturaleza de esta búsqueda –por BLT Arq– llevó a configurar la vivienda como una trama de llenos cubiertos y vacíos semicubiertos, dotando de protagonismo a un patio ubicado en torno del algarrobo.
El patio, cerrado por muros que aportan privacidad y ponen en valor el espacio y las cualidades del árbol, es el corazón de la casa. La construcción que circunda al algarrobo lo valoriza; a su vez, el árbol es un elemento capaz de configurar el espacio exterior y filtrar la luz directa.
La vivienda es hermética al exterior suburbano; asimismo es transparente, abierta e integrada a sus patios. El estar y el quincho se articulan, formando un único ambiente con el patio, que es su continuación y al mismo tiempo el principal espacio de encuentro de la vida doméstica.
Este contraste se manifiesta también en la construcción; una estructura metálica liviana y modulada compone la totalidad de la vivienda, mientras que un pesado muro de piedra cierra su perímetro y brinda privacidad.