Casa para un árbol

Una vivienda diseñada por Esteras Perrote, en Córdoba, Argentina.

Fotografía Juan Cruz Paredes

La propuesta se plantea como la remodelación de una vivienda unifamiliar pensada en diálogo con un árbol, elemento central al que se rinde homenaje. Así, se proyecta el programa en torno a este eje —y a una secuencia de patios—, privilegiando la distancia frente a los límites normativos y recuperando la pausa que ofrecen muros blancos y vacíos controlados.

Fotografía Juan Cruz Paredes
Planta

Ubicada en un barrio periurbano de la ciudad de Córdoba, la vivienda responde a un encargo de una familia joven. Frente a la homogeneidad y saturación de fachadas que caracterizan la expansión urbana reciente, la intervención se ubica exenta de medianeras: su perímetro queda libre en las cuatro caras para ser recorrida y vivida en su totalidad. Se propone así una planta baja conectada directamente con el exterior y una serie de patios que jerarquizan las diferentes actividades domésticas.

Axonométrica

La implantación se resuelve mediante dos barras compactas de 5 × 10 metros que se desplazan entre sí, generando dos patios principales: el patio de ingreso y social, que abraza la vegetación autóctona del lote, y un patio abierto con visuales hacia el descampado. Esta disposición permite independizar y, a la vez, articular el volumen público —de morfología prismática y doble altura inclinada— con el volumen privado —de techos planos— mediante un patio central contemplativo que funciona como cámara de luz y de aire.

Fotografía Juan Cruz Paredes
Fotografía Juan Cruz Paredes

En lo programático, un prisma alberga las funciones colectivas: un gran espacio en doble altura articulado por una isla de cocina que concentra el fuego y la cocción; grandes aberturas lineales conectan permanentemente el adentro con el afuera y una ventana elevada hacia la calle permite observar el cielo. El otro prisma contiene los dormitorios y baños, cada uno vinculado a un ámbito exterior distinto que extiende la vida privada hacia el jardín.

Corte longitudinal

Materialmente, se apuesta por muros blancos que remiten a la tradición de las villas y dialogan con el verde del paisaje. Las perforaciones en el volumen se estudian exhaustivamente para permitir el ingreso de la luz y configurar vistas precisas. La cubierta del volumen social se recubre con bovedillas rojas que responden al solado de planta baja, cerrando un gesto morfológico que articula lectura interior y presencia en la calle.

Fotografía Juan Cruz Paredes
Fotografía Juan Cruz Paredes

El proyecto privilegia la experiencia espacial por sobre la mera expresión formal: la escala, las alturas, los recortes y un aventanamiento corrido de 2,20 m se diseñan para expandir la relación visual con el cielo y el paisaje. Se concibe así una casa que, desde la austeridad y el silencio de sus muros, propone una vida doméstica atenta al entorno y a la contemplación.

Fotografía Juan Cruz Paredes
Fotografía Juan Cruz Paredes

¡Hacé click acá para saber más sobre nuestro último número y acá para suscribirte con un 20 % de descuento y envío gratis!

Open chat